Buenas sensaciones y poco remate de La Rojita
Se impuso a Rumanía con un gol de cabeza de Merino
pelota a las primeras de cambio. A pesar de ello, La Rojita bajó las revoluciones del duelo y se adueñó del balón.
También fueron para los de De la Fuente las llegadas peligrosas. La parte negativa llegó en los metros finales: España se nubló. Todas las llegadas peligrosas terminaban con imprecisiones en el último pase. Borja Mayoral tuvo la única oportunidad clara del primer acto: la picó bien con la zurda y obligó a Radu, portero rumano, a sacar una mano salvadora.
La novedad positiva de ese primer tiempo la pusieron Porro y Reguilón, dos debutantes. Llegaron hasta la línea de fondo una y otra vez, ayudados por el gran partido de Oyarzabal y Merino, que lideraron a La Rojita. Nadie que viera a esta Sub-21 por primera vez hubiera adivinado que los dos laterales estaban de estreno.
En la segunda parte un cambio táctico del seleccionador español fue clave: Oyarzabal y Soler intercambiaron las bandas. Una combinación de ambos terminó en un pase de la muerte a Mayoral, pero el delantero del Levante no acertó a embocar.
En el 66’ llegó la recompensa. En un córner, Sáenz estrelló un cabezazo en el larguero. Mikel Merino aprovechó el rechace para adelantarse a su par y marcar con la testa. El realista, ante la ausencia de Rodrigo y Ceballos, se ha convertido definitivamente en el líder del mediocampo español.
En los minutos finales el carrusel de cambios propició una bajada de intensidad en ambos equipos. Rumanía se estiró y se asomó al área de Simón, aunque el portero del Athletic no tuvo demasiado trabajo. España resistió y dejó un mensaje al resto: llegará al Europeo como una de las grandes favoritas al título.