Martí y su pizarra han revitalizado al Deportivo
El técnico, uno de los triunfadores del cruce con el Málaga
José Luis Martí se hizo cargo del Deportivo a nueve jornadas del final tras la destitución de Natxo. Su arranque no fue sencillo, con dos derrotas ante Osasuna (2-1) y Extremadura (1-2). Esos dos partidos los utilizó el técnico balear para realizar un casting de jugadores y sistemas para sacar conclusiones. A partir de ahí, apostó por un 4-4-2 y un once fijo en el que casi sólo hubo cambios por sanción o lesión.
Los resultados de su apuesta no terminaron de convencer, con golpes duros como la derrota en el derbi del Anxo Carro. Con todo, el equipo alcanzó la sexta plaza y comenzó a elevar su nivel, acabando la Liga con tres partidos consecutivos sin encajar (Mallorca, Elche y Córdoba) y aumentando el caudal ofensivo con una media de casi 20 remates.
La eclosión de Martí, cuyo primer gran mérito fue recuperar anímicamente a la plantilla, llegó en el playoff. En la ida en Riazor, con 1-2 en el marcador, cambió el partido tras el descanso al pasar a un 4-2-3-1 situando a Cartabia por el centro tapando a Keidi Bare y a Borja Valle en banda. El resultado fue una gran remontada: 4-2. El sábado, en La Rosaleda, dio una vuelta de tuerca a su once exprimiendo el fondo de armario. Vicente jugó de mediapunta y Nahuel fue titular en un equipo que supo sufrir en el primer tiempo y que dominó el segundo gracias a los cambios del balear con la entrada de Cartabia, Valle y Quique.
Rotando Jugadores como Nahuel, Somma o Vicente han sido clave