Un cuestionado Anquela viaja al Carranza sin red
Un Depor hundido, el más goleado y sin patrón de juego
Las dudas que ha ido transmitiendo el Deportivo terminaron de explotar el pasado miércoles ante el Numancia. El equipo hizo una primera parte horrorosa y en los últimos cinco minutos de partido dejó escapar una renta de 3-1 para acabar empatando. La consecuencia es que los blanquiazules están en el fondo de la tabla después de sumar dos de los últimos 15 puntos y no ganan desde la primera jornada. La fragilidad defensiva del equipo queda patente partido a partido. Son el conjunto más goleado de Segunda, 13 goles en sólo seis partidos, y todavía no han conseguido dejar su portería a cero.
La crisis es evidente, algo que quedó muy claro ayer en Abegondo. El equipo empezó dos horas más tarde de lo previsto a entrenarse. El motivo no fue otro que una reunión en el vestuario en la que estuvo presente Carmelo del Pozo, todo el cuerpo técnico y la plantilla mientras los jugadores del filial citados para entrenarse esperaban sobre el césped. Fue una puesta en común con voz del director deportivo, capitanes y técnico en busca de unión y solucionar la crisis.
Como suele ser habitual, la primera cabeza que está en peligro es la del entrenador. Ya no sólo por los números, también por la pobre imagen y la incapacidad de ser un equipo medianamente sólido.
Calendario. Aunque no existe un ultimátum como tal, el margen de error de Anquela es exiguo y viajará al Carranza sin red. En el club se tiene en cuenta que cinco de los fichajes llegaron en el último día del mercado, pero también que la situación será insostenible si continúa así. La intención es intentar aguantar al técnico y de hecho, no ganar no tiene que significar su destitución si se ve un progreso claro. Eso sí, será todo un examen. Tras el Carranza el Depor tendrá ocho días hasta recibir al Mirandés y luego vendrá otra triple jornada intersemanal con curvas (Girona, Almería y Las Palmas). Si tiene que haber cambio, se sabe que debe ser ahora.
Reunión Carmelo, el técnico y la plantilla estuvieron dos horas en el vestuario