Rotaciones, rombo y otro primer tiempo a la basura
En algún momento tenía que hacer rotaciones Simeone y eligió el partido ante el Alavés en Mendizorroza. Se entiende que diera descanso a Koke y Thomas y pusiera a Herrera y Llorente en el centro del campo. También es comprensible la entrada de Arias por Trippier porque el colombiano ha rendido a gran nivel cuando ha jugado. Lo que cuesta entender es la suplencia de Morata después de marcar en los dos últimos partidos. Simeone intenta reactivar a Costa, pero pasan los meses y los partidos y la vuelta del hispanobrasileño, exigida por el Cholo, no ha sido un buen negocio para el Atlético como demuestran los números y las sensaciones que ofrece Costa.
El sistema de partida fue el 1-4-4-2 habitual, pero en fases lo modificó a un 1-4-1-4-1 (Oblak; Arias, Felipe, Hermoso, Lodi; Llorente; Correa, Saúl, Herrera, Lemar; Costa). Correa se metía en banda derecha y formaba una línea de cuatro por delante de Llorente. Al Atlético no le funcionó el fútbol directo ni el contraataque en la primera mitad. En los últimos meses se han visto malos primeros tiempos del
Atlético, en los que invitaba al espectador a darse una cabezadita. El que se marcó ante el Alavés fue también un horror, sin crear ni una ocasión.
Tocaba mover ficha en el descanso. La más sencilla era la de meter a Thomas por Llorente,
que tenía una tarjeta. La titularidad de Llorente ante el Alavés debió ser porque en ese estadio cuajó un temporadón en su año de cesión, porque está claro que el Cholo no cuenta apenas con el centrocampista fichado del Real Madrid, que no está a su nivel, como no lo está Costa, ni Koke, ni Lemar, ni… y eso es cosa del entrenador. Además del cambio de Llorente movió a Lemar y le puso por detrás de los dos delanteros, haciendo un 1-4-4-2 con rombo. El cambio de dibujo supuso un cambio radical respecto al insoportable primer tiempo. Esos minutos el Atlético creó fútbol por las bandas. Fue la ocasión de Lodi en el 51’, tras tremendo pase de Herrera, que estaba jugando bien cuando el Cholo le cambió y dio entrada por él a Morata en el minuto 59.
En el minuto 70 sacó del campo a Costa y metió a Koke (tener a Vitolo en el banco es como tener un Porsche sin mover en el garaje) y llegó el gol de Morata. El Atlético no cerró el partido con dos grandes paradas de Pacheco a Morata y Correa y Lucas empató con un golazo. Si hubiera ganado 0-1 no habría críticas de los que solo juzgan por el resultado, pero con el empate se recordó que, como tantas veces, tiró otro primer tiempo a la basura. Podía haber salido líder de Mendizorroza en una Liga en la que sigue siendo claro candidato a ganarla. Y eso que solo lleva 11 goles, uno de los peores registros de su historia en la jornada 11.