AS (Galicia)

COMPARATIV­A ENTRE MÁQUINAS Hamilton doblaría a Márquez en tres vueltas

En Austin, la pole del Mercedes W10 del británico es medio minuto más rápida que la de la Honda RC213V del español

- JESÚS BALSEIRO

Es una pregunta que muchos aficionado­s a los deportes de motor se hacen: ¿Qué corre más, un Fórmula 1 o una MotoGP? La respuesta correcta: los dos. En una recta, la moto puede acercarse a los 360 kilómetros por hora gracias a su eficiencia al aire y una óptima relación entre peso y potencia. En una curva, el apoyo aerodinámi­co de los monoplazas les pega literalmen­te al asfalto, desde los 150 kilómetros por hora generarían suficiente carga como para conducir por los techos de un túnel y eso les permite tomar Copse, en Silverston­e, a unos 280 kilómetros por hora o escalar Eau Rouge, en Spa-Francorcha­mps, rondando los 300. Si bien los F1 previos a 2017, con peor paso por curva, marcaron récords con máximas de 378 kilómetros por hora, en la actualidad rara vez se rebasan los 350.

El Gran Circo se despliega en el trazado de Austin esta semana y el Circuito de Las Américas es uno de los cuatro escenarios comunes que visitan ambos Campeonato­s del Mundo, así que pueden compararse directamen­te las prestacion­es de las cuatro a las dos ruedas. Lewis Hamilton logró la pole hace un año fijando un 1:32.237 (media de 215,2 km/h), Marc Márquez hizo lo propio a comienzos de 2019 con un 2:03.787 (media de 160,3 km/h). Hay más de medio minuto de diferencia, por lo tanto el Mercedes W10 del británico doblaría a la Honda RC213V del español antes de completar tres vueltas, aunque para aprovechar las banderas azules tendría que esperar a una curva, pues le faltaría velocidad punta para adelantar a una moto en las dos enormes rectas de COTA.

Esa diferencia de rendimient­o responde a las descripcio­nes del primer párrafo y se genera en las frenadas y las curvas: un F1 frena más tarde y menos tiempo, porque puede empezar el viraje a mayor velocidad. Por ejemplo, en la Curva 12, punto clave después de la gran recta, el piloto británico pisaría el pedal izquierdo a 125 metros de la entrada y descenderí­a de 333 km/h a 94 km/h en sólo 2,5 segundos. Márquez necesita más del doble de distancia, 323 metros, y reduce de 339 km/h a 67 km/h en 6,3 segundos. Sucede lo mismo en las otras dos grandes frenadas del trazado de Texas, la Curva 1 y la Curva 11. También así se explica que en MotoGP haya más adelantami­entos al llegar a una curva: obviando que la moto ocupa menos espacio y su trazada es más estrecha, la frenada dura mucho más tiempo y permite más acciones. En F1 es un punto igual de crítico (soportando fuerzas de hasta 5G al desacelera­r por los 1,8G de las motos), pero fugaz: apenas pasan el 19% de la vuelta pisando el freno, en MotoGP es el 30% de una vuelta más larga.

Mecánicame­nte, el motor del Mercedes es un V6 híbrido de 1.600cc que puede llegar a desarrolla­r hasta 1.000CV en modos de clasificac­ión, donde el aporte eléctrico es del 25%, todo sobre una masa de 743 kilogramos. La Honda, con un propulsor V4 de 1.000cc, alcanza únicamente 250CV pero apenas tiene que trasladar 157 kilos de moto más el piloto, de ahí su ventaja en aceleració­n y velocidad máxima.

La balanza se desequilib­ra exclusivam­ente en el chasis y los apéndices aerodinámi­cos: en el caso de la Fórmula 1 es una ciencia en sí misma, con avances dignos de las aeronaves y un desarrollo imparable durante las últimas dos décadas, dando lugar a los alerones, pontones o difusores más complejos de la historia del automovili­smo. Por su parte, en MotoGP han querido evitar su expansión (y sus enormes costes), aunque los fabricante­s han ido incorporan­do primero alas y luego branquias que segurament­e irán a más en el futuro. Porque si algo caracteriz­a por igual a los dos campeonato­s de motor más grandes del mundo es una evolución tecnológic­a imparable.

 ??  ?? Hamilton al volante del Mercedes en Austin 2018.
Hamilton al volante del Mercedes en Austin 2018.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain