El arma secreta de Inglaterra
Sherylle Calder afina la visión de los finalistas
Inglaterra tiene un arma secreta en su preparación para la final del Mundial de rugby que disputará el sábado ante Sudáfrica. Se trata de Sherylle Calder, una científica, paradójicamente sudafricana, especializada en deporte que ha revolucionado las técnicas de entrenamiento con su programa EyeGym y que puede ser la primera persona del mundo que conquista tres veces la copa William Webb Ellis.
Su método consiste en una serie de ejercicios de destreza visual que mejoran los tiempos de reacción ante situaciones concretas y la toma de decisiones bajo presión. Ya triunfó en la Inglaterra campeona del mundo en 2003 (Clive Woodward, el seleccionador, la escondía de los medios como si fuera un tesoro) y, cuatro años más tarde, con su Sudáfrica natal (Bryan Habana, la estrella de aquellos Springboks, dijo de ella: “Le estoy muy agradecido por haber conseguido que mis ojos vayan tan rápido como mis piernas”). Por eso Eddie Jones, que ya trabajó con Calder en ese equipo sudafricano y en el Suntory Sungoliath japonés, la reclutó de nuevo para la Rosa en 2017.
Su impacto es palpable a nivel general en un equipo que ha minimizado los errores de manos pese a proponer un ritmo alto, y a nivel individual en jugadores como Henry Slade o Jonny May, cuyas intercepciones se han convertido en una amenaza para los rivales.
“La toma de decisiones y la inteligencia son los factores que van a decidir este Mundial. Hoy en día los jugadores deben estar preparados para identificar el espacio y decidir rápidamente”, señala a South Africa Rugby Mag la doctora, que mantiene una guerra abierta con los teléfonos móviles. “Tu capacidad de concentración y reacción se ve afectada cuando pasas mucho tiempo con ellos.
Posiblemente sea uno de los grandes problemas del deporte moderno”, afirma.
El sábado, la doctora Calder tendrá el corazón dividido entre su país de nacimiento y el último en adoptarla. “Cuando un equipo me recluta, le doy lo mejor de mí”, explica con profesionalidad ante la disyuntiva. “Si alguien me dice hace años que iba a participar en un Mundial, no le habría creído; si me llega a decir que iba a ganar dos, le habría dicho ‘estás loco”, cuenta en declaraciones a The Guardian. Pues bien, ahora está a 80 minutos de ganar el tercero.
Multa. Por otro lado, ayer se confirmó que World Rugby multará a Inglaterra con 2.000 libras (unos 2.200 euros) por su formación en punta de flecha durante la haka de Nueva Zelanda en las semifinales. El importe de la sanción, que se apoya en el hecho de que varios ingleses cruzaron la línea de medio campo al colocarse así, algo prohibido, será donado a obras de caridad.