El Madrid no coge el hilo por la falta de gol
La marcha de Cristiano ha bajado mucho su promedio realizador
No eran necesarias dotes de adivino para predecir en el verano de 2018, el de la marcha de Cristiano, que el Madrid le echaría de menos. Esa sensación tomó cuerpo a medida que fueron pasando las semanas y se pudo observar, no sin sorpresa, que el entonces equipo de Lopetegui no sería reforzado a lo grande para amortiguar esa pérdida de 50 goles de media por temporada que se iban con CR7.
Sin Cristiano, el Madrid no ha vuelto a ser el mismo. Su venta ha hecho mella en las vitrinas, a las que sólo ha llegado desde entonces un Mundial de Clubes, y en las estadísticas. El 0-0 ante el Betis hurgó en la herida más profunda, la de la falta de gol. El primer empate a nada en el Bernabéu con Zidane como técnico ahondó en el problema madridista cuando se asoma a la portería contraria: son ya 4 partidos sin marcar (PSG, Atlético, Mallorca y Betis) de los 14 jugados, lo que supone un 28,57% de encuentros sin ver puerta.
Esta dinámica es continuista con lo que pasó en la 2018-19. En ella, el Madrid se quedó sin cantar gol en 13 de 57 partidos entre todas las competiciones: un 22,8% de ellos. Los datos chocan con los que registró el equipo en la era Cristiano. Al amparo de CR7 y su insaciable voracidad, el Madrid no marcó sólo en 46 de 519 encuentros en nueve temporadas, un 8,86%, muy distante del 23,94% que está castigando al Madrid desde que el portugués se llevó sus goles a Turín. Otro contraste: mientras entre abril de 2016 y septiembre de 2017 el Madrid estableció un récord de 73 partidos seguidos marcando, en el arranque del pasado curso llegó a estar 481 minutos sin hacerlo, la segunda peor sequía de su historia.
La clasificación de goleadores ofrece un retrato significativo de lo que le está pasando al segundo Madrid de Zidane. Su pichichi es Benzema (7), pero con Karim solo no le alcanza porque al francés le siguen tres jugadores cuyo cometido principal no es marcar: Kroos (3 goles), Casemiro (2) o Ramos (2). Igualados con estos dos últimos aparecen Rodrygo (2) y Bale (2), mientras que Vinicius (1), Jovic (1), Hazard (1), James (1), Lucas (1) y Modric (1) han aportado un granito de arena prácticamente insignificante. La suma de todos va sujetando al grupo, pero debe mejorar la contribución de teóricas estrellas como el galés o el colombiano (2+1), y de fichajes como el serbobosnio y el belga (1+1) o de los jóvenes de mayor proyección como el dúo brasileño (2+1). El último año de Cristiano, a estas alturas la cuenta iba por 29 tantos; la pasada, por 21; y ésta, por 24.
Si parece Benzema, juega como Benzema y se mueve como Benzema, entonces probablemente sea Benzema. Adapto aquí el famoso ‘test del pato’ para intentar desentrañar lo que le ocurre al Real Madrid cuando se encuentra cara a cara con la portería rival. Benzema no es un goleador al uso, nunca lo ha sido, y a punto de cumplir los 32 años sería injusto pedirle que cambie de piel. Meterá los goles que dicta su ADN, es decir, administrados en su justa dosis, más o menos como el paracetamol.
Los males goleadores del Madrid se propagan, precisamente, por todo lo que gira alrededor de Benzema, quien en la presente liga atesora un buen botín: siete tantos y tres asistencias. Cristiano, por ejemplo, lleva cinco y una en la Serie A, Kane suma seis y una en la Premier. De los pata negra, sólo Lewandowski (14 goles en la Bundesliga) es capaz de atar los perros con longanizas. Bratwurst, en su caso.