Lippi abandona la selección china por segunda vez en 2019
El italiano renuncia a 23 millones
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Puede que el refrán no se cumpla siempre pero lo que sí es seguro es que pocas fueron tan repentinas y tan desastrosas como la vuelta de Marcello Lippi a la selección china, que en menos de un año ha dimitido dos veces de su cargo tras retomarlo sólo dos meses después de su primera dimisión.
El técnico italiano, que se puso al frente del gigante asiático en 2016, dimitió en enero tras la caída de China en los cuartos de final de la Copa de Asia ante Irán (0-3). Su lugar lo ocupó su compatriota Fabio Cannavaro, que sólo aguantó dos partidos al frente de la selección asiática. Dos derrotas consecutivas en sus dos primeros partidos acabaron con la paciencia de la directivos de la federación china, que optó por echar al que fuera Balón de
Oro y suplicar a Lippi por su vuelta al banquillo. El técnico, campeón del Mundo con Italia en 2006, aceptó, pero el coste fue caro: 23 millones de euros anuales.
Salvo el salario del entrenador, pocas cosas mejoraron en China desde la vuelta de Lippi. En la fase de clasificación para el Mundial de Qatar 2022, la selección china ha ganado a la debilísima Guam (7-0) y ha empatado ante Filipinas (0-0) y perdido contra Siria (2-1). Esta última derrota, que llegó en el último minuto con un gol en propia puerta, ha sido la gota que ha rebosado el vaso de la paciencia de Lippi, que tras el partido aseguró que es “incapaz” de contagiar su mentalidad competitiva a sus jugadores.
“Mi salario es muy alto, asumo toda la culpa y dimito como entrenador de China”, dijo tras el partido ante Siria, en un gesto que la federación china ha tildado de “honorable”.
Decisión La derrota ante Siria ha colmado la paciencia del técnico italiano