El Valencia tiene un coraj
El gol de Rodrigo clasifica a los che como líderes de grup
La madurez un equipo la gana con el tiempo y se demuestra en escenarios como Ámsterdam. El Valencia estará siete años después en los octavos de la Champions. Con honores y merecimiento. Lo hará como líder de grupo, eliminando en su propia casa a un cuatro veces campeón de Europa, tras haber ganado en Stamford Bridge y en el Cruyff Arena. El gol de Rodrigo es ya eterno para el valencianismo. El coraje de todos, también.
La trayectoria de este Valencia en la Champions merecía tener continuidad. Porque no olvidemos que todo comenzó con una rueda de prensa en Londres en la que Celades apareció solo porque los futbolistas estaban en rebeldía con la directiva. Lo hacía con Marcelino aún de cuerpo presente y con cinco goles del Camp Nou en la mochila. De ahí que sea de recibo reconocerle a Celades el extraordinario mérito que tiene lo logrado hasta la fecha, principalmente haberse ganado a un vestuario que tiene la casilla de fe a rebosar. El análisis también merece decir que lo conseguido es con la herencia recibida en forma de plantilla de Mateu Alemany. Ya veremos qué proyecto le entrega Murthy el año que viene.
El Valencia, en Ámsterdam, supo dar la estocada cuando tuvo ocasión de darla y sufrir como bellacos hasta el final. El gol llegó en cuanto pudo zafarse de la presión del Ajax y conectó tres pases seguidos (Gayà, Soler y Ferran, factoría Paterna al poder). Rodrigo, uno de esos futbolistas que hacen del Valencia un equipo Champions, silenció el Cruyff Arena. Allí dejó para siempre su definición. Su gol. El gol.
Obviamente el Ajax estaba a solo uno de pasar y quien no estuviera dispuesto a sufrir, que se fuera a un estanque a dar de comer a los patos. Pero este Valencia ya le aguantó el tipo a Messi en la final de Sevilla y ninguno de los holandeses de anoche tiene el don de Leo. Ni la enésima lesión (ésta de Gameiro) mermó fe a los che. Jaume fue infranqueable; Diakhaby, descomunal y todos fueron de Champions.