La rivalidad de L.A. nace este curso
Por primera vez, Lakers y Clippers aspiran al anillo
San Diego
Braves,
Mineápolis
Buffalo.
Irv Levin,
Showtime dominaban en los ochenta Los Ángeles, California y el mundo, los Clippers se vendían como “el equipo del pueblo” y ponían (¡qué remedio!) las entradas a precios que iban de 4 a 15 dólares para satisfacción burlona del legendario Pat Riley, que ganó en los Lakers un anillo como jugador y cuatro como entrenador: “Diría que en los últimos veinte años hemos hecho algunas cosas más que ellos para ser nosotros el equipo del pueblo”.
A la rivalidad en ese Staples del pasillo entre vestuarios se le dio hasta nombre: Hallway Series. Pero, sin un solo duelo en playoffs, no tenía chicha. Ni siquiera cuando los Clippers entraron en la mejor fase de su historia, a partir de 2011, porque entonces se desfondaron los Lakers, inmersos en una crisis nunca vista y de la que están saliendo ahora gracias a la pareja LeBron James-Anthony Davis.
Los Clippers pelean para que sus colores, azul y rojo, se empiecen a ver en las calles de L.A. Si no es ahora, no será nunca para la franquicia maldita, que este verano se llevó a Kawhi Leonard en una carrera en la que ganó a Toronto Raptors, donde el alero fue MVP de la final, y a los propios Lakers, que soñaban con crear otro imperio de los mil años con un big three LeBron-Kawhi-Davis. Por primera vez, los dos equipos de Los Ángeles coinciden entre los grandes aspirantes al anillo de campeón y su segundo enfrentamiento del curso (los Clippers ganaron en octubre) llega en una jornada de Navidad en la que es, además, el clarísimo plato fuerte. El embrión de las Hallway Series, por fin.