El noruego se ejercita en la nieve de Drammen
Mañana vuelve a San Sebastián
Asu depurada técnica, Martin Odegaard une su condición estajanovista. Antes de llegar al Madrid, su padre Hans-Erik le instauró una ética férrea de trabajo y el futbolista madridista cedido en la Real no se la salta durante las vacaciones. A diferencia de otros jugadores que prefieren ‘huir’ durante el parón navideño hacia destinos cálidos y playeros, Odegaard está rodeado de nieve en su casa noruega, en Drammen, una localidad cercana a Oslo.
Allí tiene todo lo necesario para mantener su estricta rutina física (su padre llegó a construirle un campo de fútbol cubierto cuando era niño para que no le afectase ni siquiera el mal tiempo) mientras desconecta, además, con varios amigos futbolistas. Estos días se ha visto con Magnus Moldjord, también de Drammen y jugador de la universidad estadounidense de Gardner-Webb (Carolina del Norte), y con Mats Daehli, con el que comparte vestuario en la selección noruega y que milita actualmente en el St. Pauli alemán.
El cuidado de Odegaard con su cuerpo es escrupuloso hasta el punto de que, en su último año en Madrid, cuando empezó a desarrollar el físico con el que ahora resiste mucho mejor las embestidas
Ocupado Trabaja en casa y ve a amigos futbolistas: Daehli y Moldjord
rivales, la prensa de su país llegó a acusar al club blanco de estar frenando su evolución por culpa de las series de pesas en Valdebebas. Cuando era justo al revés, Odegaard era el que se preocupaba más de pisar el gimnasio. Actividades que complementaba aprovechando el buen tiempo madrileño con su gran pasión fuera del fútbol, el tenis.
Popular. Odegaard se relaja en su tierra justo cuando es su momento de máxima popularidad en Noruega. En una encuesta del popular diario VG, el centrocampista zurdo es el más votado por los lectores para ser elegido Deportista del Año entre cien nombres propuestos. Aventaja a Karsten Warlhom, la sensación del atletismo noruego (tiene la segunda mejor marca de todos los tiempos en 400 metros vallas), y a Magnus Carlsen, icono nacional como campeón del mundo de ajedrez.
No tendrá tiempo, Odegaard, de socializar más en Noruega. Mañana está citado por Imanol Alguacil para reintegrarse a los entrenamientos de la Real antes de recibir, a la hora del vermú, al Villarreal el próximo 5 de enero (14:00h.). A su vuelta le espera lo único que ha aparcado durante las vacaciones... el perfeccionamiento del castellano.
Aunque el talentoso escandinavo aterrizó en San Sebastián con un buen nivel, tras su etapa previa en el Madrid, ahora se ha puesto junto a sus compañeros Isak y Modibo Sagnan en manos de dos profesores que les dan clases en un aula de Zubieta.