428 UNDÉCIMA ETAPA A km de la gloria
Sainz, que abría pista y perdió ocho minutos, afronta el último día con diez de ventaja sobre Al Attiyah y Peterhansel
El objetivo es intentar pasarla y no cometer errores, no quedarnos enganchados”. Carlos Sainz tenía muy claro cómo afrontar un día decisivo, el penúltimo. Volvió a recuperar casi toda su ventaja y no podía permitirse desperdiciarla toda por un error. Y no lo hizo. Abrió pista en cada uno de los 379 kilómetros de la especial que regresaba desde Shubaytah a Haradh como parte final de la maratón, enfrentándose el primero a las dunas más complicadas que Arabia Saudí puede ofrecer, y logró el objetivo: afrontar el último día líder y con ventaja.
Con 7.400 kilómetros ya en la mochila, el tercer ‘Touareg’ del madrileño en el Dakar le espera a solo 428 (167 contra el crono) y tiene diez minutos que administrar para asegurarse de que no se le escapa. Es el tiempo al que vienen por detrás Al Attiyah y Peterhansel, sus dos máximas preocupaciones, con el colmillo fuera. Un dolor de cabeza constante para Carlos al que perseguirán incansablemente hasta el último aliento, como dos fieras que intentan alcanzar a la que se lleva su presa antes de que se la coma.
Como ha sido habitual en su lucha a tres, intercambiaron papeles una vez más y el qatarí y el francés sacaron partida a sus posiciones de salida más retrasadas, en especial el que iba en el otro Mini. Stéphane se llevó la victoria de la penúltima etapa y empata a cuatro con su compañero de filas, después de cuatro horas y cuarto dando gas. Eso sí, marcó la diferencia por únicamente diez segundos, los que le sacó a Nasser, a quien se le resiste el triunfo. Ambos llevaron el ritmo de la etapa y Sainz fue el que acabó tras ellos a ocho minutos.
De 18 a 10 en la general, una pérdida asumible, que entraba dentro de la lógica si tenemos en cuenta las circunstancias y que permite a Sainz soñar más que nadie con la victoria. Eso es lo que importa, al fin y al cabo. Aun así, prudencia. La misma que tuvo que tener Fernando Alonso para no ser pisoteado en mitad de la manada en la que salió tras estar hasta las 22:00 de la noche arreglando los desperfectos de su Toyota. Se zafó entre coches más lentos, side by side y camiones y cedió poco más de un cuarto de hora con los mejores.
Un octavo puesto que seguro que le sabe a gloria después de empezar la etapa el 113 en el orden de salida de los vehículos de cuatro ruedas (no se permitía reposicionamiento a los prioritarios) y que le permite salir a la última especial en un puesto interesante. Parecida sensación a la del asturiano le quedaría a Roma, quien tras un miércoles duro pudo volver a la normalidad con su Borgward y acabar cerca del Top 10. Y Calleja completó un maratón sobresaliente al ser 19º con su Overdrive. Buen papel de los españoles. Ahora, queda cerrar el del mejor.
Etapa
La penúltima victoria parcial fue para ‘Monsieur Dakar’
Alonso Salía 113 y fue 8º tras estar hasta las 22:00 arreglando el Toyota