Gutiérrez resiste
El Almería pide al representante del técnico que dimita ya que despedirle mermaría el límite salarial
El Almería pasa por su peor momento en la temporada, con seis encuentros consecutivos sin vencer, en los que apenas ha sumado dos puntos. En casa, además, apenas ha sacado cuatro. Para más inri, el Almería se ha alejado del liderato a ocho puntos y el ascenso directo, a cinco. Así, en condiciones normales en el fútbol español José María Gutiérrez habría recibido ya la carta de despido. Sin embargo, como si de un videojuego se tratase el ex del Real Madrid podría tener incluso otra vida extra el próximo sábado (21:00 horas) ante el Deportivo por el problema que se generaría con el límite salarial al echarlo.
En caso de que la entidad almeriense rescindiese la relación contractual que le vincula con Gutiérrez apenas habría margen con la masa salarial para contratar a un técnico de caché. Así, el club le ha pedido al representante, Juanma López, que este dimita, algo a lo que se ha negado. Así, se abren dos escenarios: que el preparador madrileño continúe una jornada más o que el Almería opte por su despido, tirando del tándem Jesús Muñoz-Nandinho.
El Almería, que en el mercado invernal hizo hasta trece movimientos de jugadores a pesar de estar en la segunda posición, contrató la pasada semana a Jesús Muñoz para ocupar el puesto de segundo entrenador, cogiendo la puerta de salida David Badía, la mano derecha de Gutiérrez (en el cuerpo técnico también entró la pasada semana el analista Víctor Mañas). Al haber entrenado Jesús Muñoz al Hércules esta temporada, no podría ser de manera oficial el técnico del Almería, por lo que el club contempla un tándem con Nandinho, entrenador del filial.
Que Turki Al Sheikh no haya echado todavía a Gutiérrez no significa que no lo vaya a hacer durante la semana, ya que con el jeque todo puede pasar. Un Gutiérrez que en el Carranza escuchó los primeros gritos donde parte de la afición almeriense entonó por primera vez “Guti, vete ya”.
La afición del Almería cantó el “Guti, vete ya” la última jornada en el Ramón de Carranza