AS (Galicia)

El factor cancha, a tiro

El Real Madrid vuelve a remontar y Garuba apuntilla ● Saca tres triunfos al quinto a falta de seis jornadas

- RICARDO GONZÁLEZ

Hay días de lucimiento y otros para salir del paso, depende de cómo tenga cada uno el cuerpo. El del Madrid no andaba para juergas y, pese a sus despistes, ejerció una labor de zapa que acabó diluyendo la osadía del Asvel. La 22ª victoria en la Euroliga le deja tres por delante del quinto, el CSKA, a solo seis jornadas del final. El playoff ya está atado con un lacito, la ventaja de cancha en el cruce de cuartos anda muy cerca.

El duelo dejó varios apuntes: Tavares sigue a lo suyo, las rachas de Carroll son para la eternidad, Causeur vale un potosí pese a sus intermiten­cias, Laprovitto­la a este nivel permite que Campazzo desconecte (un rato) y Garuba ya remata victorias.

El lujoso armario del Madrid ha perdido fondo por las bajas. Regresaba Causeur, algo mermado aunque luciera, y faltaba Taylor, ausente por motivos personales. De nuevo un quinteto entero lo vio desde la barrera: Llull, Taylor, Deck, Randolph y Mickey. Así que Laso tiró de repertorio para desgastar y alargar la rotación.

Jóvenes. Ante el Asvel no hubo triple poste de salida; a cambio vimos a Nakic y Garuba, 18 y 17 años, de titulares. Aguantaron ocho minutos y coincidier­on con el francés Strazel, de 17, que mostró descaro en las penetracio­nes. Los canteranos blancos estuvieron tibios en la arrancada, igual que su equipo, mal desde la personal. Les sustituyer­on Rudy y Thompkins y, como si hubiera un patrón, el de Milán el martes sin ir más lejos, asistimos a una poderosa reacción. De nuevo con Laprovitto­la y esta vez con Causeur.

Los de Mitrovic pasaron de mandar por once a remar cuatro abajo tras encajar un 17-2. Nada definitivo. El Madrid lucía altos porcentaje­s y asistencia­s, pero le faltaba fuerza y le sobraban despistes.

El Villeurban­ne salió atrevido pese a sus bajas (Taylor, Payne y Bako) y mordió en defensa más allá de la línea de tres. Mediado el tercer cuarto andaba encima (43-48) y entre el Facu y Laprovitto­la acumulaban seis de las doce faltas blancas. Ahí la grada y el Madrid tocaron a rebato, con Carroll autor en ese acto de 12 de sus 19 puntos. Restaba otro descenso en la montaña rusa (0-11 y 51-59) antes de que la propuesta francesa se desgastara. Lapro y Campazzo se reunieron en pista con Causeur y un Garuba abnegado atrás que encadenó un triple y un mate para apuntillar. Pasaron página sin virguerías.

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Thompkins trata de asistir a Tavares en la zona del Asvel. El Real Madrid resolvió en el último tramo un partido muy disputado en su pista.

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