Otro tren perdido a
Atleti y Sevilla empatan en un duelo marcado por el VAR ● Todas las polémicas y goles, en la primera parte
Subirse al tren de la Champions y engullir a la vez una dosis de autoestima, a lo pócima de Panoramix, antes de Anfield. Todo eso buscaba el Cholo, también Lopetegui, donde dice Liverpool que diga Roma, en un Atleti-Sevilla intrépido, emocionante y loco, que cambió para siempre una caída en el área. Fue de João Félix, mediada la primera parte.
Con la baja de Fernando condicionando el once del Sevilla, Gudelj en vez de ocupar su sitio en el pivote dio un paso atrás y se incrustó entre los centrales, por eso de las espinas al Cholo, los cinco defensas y la kryptonita. Nada más desenrollarse la hierba, sin embargo, mandó Simeone. Un Simeone que, por reservarse a Lodi para Anfield, le daba el lateral izquierdo a Hermoso, que se estrenó con un par de entregas comprometidas. Él era la sorpresa de un once que tenía a João como certeza.
El portugués no era sólo chispas, participaba en el juego, lo llenaba. Le bastaba una brizna para girarse, olfatear y hacer de un balón una oportunidad, indetectable entre líneas. Así llegó la primera rojiblanca. João le filtró al hueco un pase a Morata que Diego Carlos acabó desbaratando. Había salido el Atlético a buscar al Sevilla muy arriba. Le costó a los hombres de Lopetegui acomodarse, superar esa primera línea de presión pero cuando Ocampos encontró la llave, el Sevilla empezó a repiquetear. Primero el propio Ocampos, después De Jong, siempre al acecho. La jugada nació en Navas, Savic se hizo un lío y al tratar de anticipar puso la alfombra roja. El holandés, solo ante Oblak, no pensó. Cargó la derecha y fusiló.
Siete minutos más tarde, el partido entraba en el caos, los penaltis, los focos sobre el VAR. Porque, eso, caía João en una jugada embarullada y después de cinco minutos de visionado, vueltas en el VOR y un paseo a la pantalla en la hierba, el árbitro señalaba, en el barullo, una mano de Diego Carlos. Penalti. Morata lo marcaría. Cuatro jugadas después Koke roba, Koke sirve y João marca tras rebote en Jordán. Remontada.
El partido ya estaba instalado en lo trepidante, en la polémica. Al Atleti le duró poco la alegría. Lo que parecía la mano milagro de cada día de Oblak ante un cabezazo de Reguilón al mirarlo bajo la lupa del VAR era un penalti de Trippier sobre Ocampos (o al menos eso decretaron tras otros dos minutos de vueltas). Lo marcaría el propio Ocampos. Se llegaría al descanso 2-2, las pulsaciones disparadas y la cabeza de Felipe rondando a balón parado.
Regresó el Sevilla con más mando y balón, Banega más cómodo. Se alejó el Atlético del área de Vaclik. Llorente (enorme los 90’) enmendaba la enésima de Savic cuando Simeone daba por terminado a Hermoso: al lateral Saúl, dentro Carrasco y su vértigo. Su primera carrera obligó a Vaclik a una parada a mano cambiada, después de que la pelota pegara en Gudelj. Si Lopetegui sacaba a En Nesyri buscando más temblores de Savic, lo de quitar a Suso le hundió. El Atlético encerraba ahora al Sevilla. A los disparos de Carrasco, se sumaba el rugido de Costa: entró al partido con una ocasión que se fue a un palmo del poste.
Lopetegui se enmendó con la entrada de Sergi Gómez atrás y el paso adelante de Gudelj, Simeone escuchaba pitos, y pitos muy altos, por escamotearle a João diez minutos, fuera en el 78’. Se acababan los riesgos, mejor el empate que un abismo de cinco puntos, que pensaría el Cholo cuando los calambres se comían a Trippier. La lucha por la Champions se aprieta, asfixia. Y los rojiblancos no dejan de coleccionar empates como trenes perdidos.