Un positivo también acelera el cierre del CAR de Sant Cugat
Hasta 60 deportistas se fueron
Alo largo de la semana el CAR de Sant Cugat había tomado la decisión de que solo se quedaran los deportistas que tuvieran opciones de ir a los Juegos Olímpicos. Quedaban apenas 60 atletas, entre ellos el equipo español de natación artística (sincro), que había decidido confinarse dos semanas para preparar el Preolímpico. “Experimentaremos como si estuviéramos en la villa”, comentó la seleccionadora, la japonesa Mayuko Fijiki, el viernes a AS.
Pero ayer saltó todo por los aires. El estado de alarma y, especialmente, el positivo de un médico presente en el CAR obligó al cierre de las instalaciones, que también acogían a atletas de otros países. Todos ellos se fueron para sus casas, donde quedaron recluidos hasta que dure esta restricción para frenar el COVID-19, sin poder entrenarse específicamente en sus deportes. Una situación que se agrava especialmente en los deportistas acuáticos.
Al margen del CAR de Sant Cugat, el mismo viernes por la tarde regresó a Barcelona el grupo de natación que estaba preparándose en el CAR de Sierra Nevada, que también cerró. Mireia Belmonte, Jessica Vall, el clasificado Alberto Martínez o Joanllu Pons, finalista en Río 2016, ya pasaron el sábado confinados en sus domicilios. También regresaron a sus países los japoneses Hagino y Ohashi, dos estrellas acuáticas del organizador de los Juegos.
“Estoy al tanto de cómo ha funcionado en los dos últimos meses el deporte en Tokio y Pekín. Ellos ya han pasado por lo mismo. Y ellos sí pudieron finalmente entrenarse. Querríamos copiarlo”, comentó Mayu el viernes. No pudo ser.
Deportes El equipo de sincro paró su stage y Mireia está en casa