El Atlético recupera su esencia en Anfield
El ‘Nunca dejes de creer’ resucitó ante el Liverpool, con el gen sufridor de la grandes noches del Cholo
En Anfield regresó el Atlético sufridor de las grandes noches con Simeone. Un equipo que soportó una tormenta perfecta del rival, se vio sobrepasado durante mucho, pero acabó saliendo vencedor gracias a una oda al esfuerzo del grupo y a la resistencia llevada al extremo.
El cholismo que tan bien habían representado los Gabi, Koke, Tiago, Godín, Raúl García, Filipe, Juanfran, Arda, Griezmann y compañía pero que ante el Liverpool ya fue la nueva generación colchonera la encargada de llevarlo a cabo. Al contrario que en Turín un año atrás, el Atlético salió a asustar a los reds, con una ocasión de Costa tras un gran pase de João Félix en el segundo veinte. Pero los ingleses fueron sometiendo al Atlético con un fantástico Oxlade-Chamberlain entre líneas y las ocasiones comenzaron a caer cada vez con mayor constancia, igual que la lluvia sobre el terreno de juego. Fue Oblak el encargado de sostener la portería rojiblanca con nueve paradas de mérito para aguantar hasta la prórroga. Ahí, con un 2-0 en contra, apareció Llorente. Doblete y asistencia. La gloria rojiblanca. El Nunca dejes de creer otra vez hecho fútbol.
Un guión que ya se había visto varias veces desde la llegada de Simeone al banquillo.
Una gesta que sólo parece posible en el Atleti, con todo aparentemente perdido y un rival superior sobre el césped o con el marcador a favor, pero acabando consiguiendo el objetivo, algo que convierte al equipo del Cholo en uno de los más temibles en las eliminatorias. En Champions League, equipos como el Barcelona, el Chelsea y el Bayern ya habían sufrido la capacidad de sufrimiento colchonera. La capacidad extrema de sobreponerse a las adversidades del Atlético también se han visto en Liga, Europa League y Copa. Aquella de 2014 con el gol de Godín. El sobreponerse a la expulsión de Vrsaljko en la semifinal ante el Arsenal, para llegar Lyon. O el gol de Miranda, Bernabéu, también una prórroga, ganarle al Madrid. Todos ejemplos de la esencia rojiblanca que esta plantilla volvió a traer de regreso, en Anfield, para derrotar al campeón y meterse en cuartos.
Guión Aguantó la tormenta que diseñó Klopp y luego golpeó con dureza
No me canso de explicar que el fútbol nos engancha por su capacidad de estereotipar la vida
Tiene sentido que el último partido antes del aislamiento fuese el de Liverpool. Si tuviera que guionizar el apocalipsis futbolístico sería algo parecido. Un equipo trepidante, preciso, atrevido y enérgico asediando a otro temeroso, lánguido, desesperado y conservador. Y por supuesto, ganaron los segundos desatando la maniquea moraleja: los malos ganaron a los buenos. No me canso de explicar que el fútbol nos engancha por su capacidad de estereotipar la vida. Y ni siquiera los actores son ajenos a ello. El entrenador derrotado, el experimentado y estudioso Jurgen Klopp, pataleó: “No entiendo que jueguen así con el equipo que tienen”. Lo entiende perfectamente pero prefirió lanzar moralinas.
Hay que ser de hielo para salir derrotado de un partido en el que has tirado 12 veces a puerta, dos palos, 16 córners, tu portero no ha parado nada y ponerte en plan analítico con chándal. Pero sabe que su apelación a la victoria moral es tan vieja como el propio fútbol. Insisto, en este y en casi todos los deportes, solo existe el concepto merecer para que el espectáculo sea de masas. ¿Os imagináis que los partidos terminaran con un jurado que decidiera el ganador en función de quién ha tenido más la pelota o ha dado más pases?
Me he pasado la vida viendo a mi equipo, el Real Madrid, jugar contra porteros que pierden tiempo, defensas de acero y entrenadores todavía más histéricos que Simeone quejándose del árbitro. No cuelan las excusas de antepalco hablando de merecer. Prefiero equipos entusiastas como el Liverpool, que juegan con el corazón en la boca y las ideas claras. Cuando se enfrentan a un rival como ellos el fútbol alcanza cimas coreográficas y su belleza es suprema. Pero jamás deslegitimaría la victoria de quien opta por la cara B del fútbol.
PD: Informar, formar y entretener. Nunca la utilidad del periodismo tuvo tanta importancia como ahora. Gracias al Diario AS por seguir hablando de fútbol, acudiendo al kiosko y renovando su web con historias.