AS (Galicia)

Con fecha de caducidad

El Ayuntamien­to de Valencia insta al club a mudarse al nuevo estadio antes de 2025 para así derruir Mestalla

- CONRADO VALLE /

El Ayuntamien­to de Valencia recordó ayer al Valencia CF que su nuevo estadio debe estar acabado como máximo en 2025 y, a su vez, derruido Mestalla (que tiene una sentencia firme de derrumbe de una de sus gradas). El alcalde instó al club blanquineg­ro a cumplir con los plazos que marca la ATE de la parcela de la Avenida de las Cortés y, pese al frenazo que ha sufrido la operación de venta de los terrenos de Mestalla con la cooperativ­a ADU Mediterrán­eo, le encomienda a buscar alternativ­as para reanudar las obras y mudarse a su nueva casa.

“Mantendrem­os una actitud muy comprensiv­a con el Valencia CF, pero siempre respetando los plazos correspond­ientes”, remarcó Joan Ribó. “Podríamos decir que entendemos un poco la mala suerte que ha tenido de que pase (la ruptura con ADU) en un momento como este”, aseveró el alcalde. Pero, a su vez, Ribó apostilló que el Valencia CF “tiene que entender que no es una buena imagen para la ciudad la situación en la que estamos”, refiriéndo­se a un estadio cuyas obras están paralizada­s desde febrero de 2009.

El Valencia, así lo dijo Anil Murthy cuando anunció que se rompía la exclusivid­ad para la compra de Mestalla de ADU Mediterrán­eo, trabaja ya en “varias alternativ­as” para reanudar la obra de su nuevo estadio. Pero el asunto lleva más de una década enquistado y el tiempo juega en su contra. El Valencia, hasta la fecha, desde Juan Soler hasta Peter Lim, ha tenido un único modelo de negocio: vender la parcela de

Mestalla (terrenos hipotecado­s en sendos préstamos con Bankia y Caixabank por más de 130 millones, lo que condiciona la venta) e invertir lo ingresado en el nuevo estadio (entre 120 y 150 millones faltan para acabarlo en 18 meses).

El Valencia tiene menos de cinco años para resolver un problema que se le generó con la crisis del ladrillo de 2009 y se le puede agudizar con la del COVID-19. El club corre el peligro de entrar en quiebra técnica si se anulan las ATE. En su cuenta de resultados figura un valor contable de Mestalla de 113 millones y habría que sumarle la penalizaci­ón por el incumplimi­ento de plazos. De ahí que si no se encuentra comprador para la parcela, Lim esté planteándo­se realizar una ampliación de capital.

Mestalla

Hay una sentencia firme de derrumbe de una grada desde hace años

Nuevo estadio

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