De Miranda, a Godín: dos cabezazos para la historia
El brasileño marcó el tanto decisivo en la final de la Copa de 2013 ante el Madrid, jugada en el Bernabéu
Cuando Miranda marcó en el minuto 99 de partido, empezó a cambiar la historia de los derbis entre Real Madrid y Atlético. El 17 de mayo de 2013, el equipo rojiblanco venció al Real Madrid en Chamartín en la final de Copa del Rey ante el delirio de una afición que vivió una noche mágica. El Atlético se presentó en la víspera del partido, en el entrenamiento previo, como víctima propiciatoria ante un Madrid que era mejor. Pero el Atlético nunca ha dejado de creer y en ese encuentro llevó hasta el final esa máxima del Cholo. Marcó Cristiano Ronaldo, pero empató Diego Costa, el encuentro se fue a la prórroga y el tanto de Miranda le elevó a los altares. Un gol que valió un título y sirvió para romper una racha de catorce años sin ganar al equipo madridista. Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Arda Turan (Cebolla, 111’), Mario Suárez, Gabi, Koke (Raúl García, 113’); Diego Costa (Adrián, 107’) y Falcao ganaron la final copera. Fue la noche en la que Koke puso la bandera del Atlético en el centro del campo del Bernabéu, una señal que indicaba que llegaba un nuevo tiempo en los derbis. Un tiempo, con Simeone a la cabeza, en la que el Madrid ya no sale ganador de antemano en este tipo de partidos.
Del cabezazo de Miranda al de Godín. Justo un año después, el Atlético ganó el título liguero en el Camp Nou ante el Barcelona, sufriendo hasta el último segundo de encuentro. El decisivo partido que decidía el título no comenzó bien para los del Cholo: se lesionaron Diego Costa y Arda Turan, y marcó Alexis en el minuto 34. Pero tras el descanso, el Atlético logró empatar gracias a un gol de Godín de cabeza que enmudeció el estadio azulgrana y llenó de esperanza a miles y miles de aficionados del Atlético que veían el partido repartidos por todo el mundo. El Camp Nou tuvo un bonito gesto al aplaudir a los campeones ligueros una vez que el encuentro finalizó y los rojiblancos lloraban de alegría en el césped. Un detalle de esos que no se olvidan. Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Arda Turan (Raúl García, 22’), Tiago, Gabi, Koke; Villa y Diego Costa (Adrián, 15’; Sosa, 72’) fueron los que jugaron ese histórico 17 de mayo de 2014 en el Camp Nou. Y en esos dos títulos fueron claves dos defensas que formaron una pareja de leyenda en el Atlético, Miranda y Godín, cuyos cabezazos ya son historia del club madrileño.
La victoria copera inició un nuevo ciclo en la historia de los derbis
El Camp Nou aplaudió a los jugadores del Cholo al final del partido
“Hoy debería estar a pocos días de viajar a Estambul a ver la final de la Copa de Europa...”
oy debería yo estar a pocos días de viajar a Estambul a ver la final de la Copa de Europa (volvamos a ese nombre de competición tan hermoso, por favor) entre el Atlético de Madrid y algún otro particular.
ba a ser feliz en Estambul, ciudad que no conozco, paseando por sus callejuelas mientras canturreaba “Estambul fue Constantinopla y ahora es Estambul, no Constantinopla” con mi chaqueta de chándal del Atleti que tanta suerte me (nos) da: siempre que me la puse pasamos eliminatorias difíciles, Chelsea, Liverpool, etcétera.
Iba a llegar al estadio con tiempo de sobra para dar una vuelta de honor al campo pero por fuera, como hacemos los soldados sin graduación, esparciendo al aire maldiciones y conjuros contra el equipo contrario, del tipo “ojalá pilléis unas lombrices en la merienda previa al partido”. Algo leve, nunca grave. Simples picores.
ué cosas. Cómo cambia la vida en todo un planeta en apenas dos meses. Ahora pretenden que vuelvan las competiciones tras esta hecatombe. Pretenden terminar lo empezado sin haber terminado con lo importante de verdad. Eso que mata.
Me parece un disparate, un dislate, y otras muchas palabras que empiezan por “dis” y terminan por “ate” que se regrese a las competiciones mientras no se termine con la febril tarea de asegurar la vida. Entrenamientos raros, concentraciones raras en hoteles raros previas a partidos raros, partidos sin aficionados…algo parecido deben ser los conciertos sin público. O sea, la nada. El vacío.
LIba a regresar a Madrid feliz y contento al día siguiente tras la consecución de la Copa de Europa gracias a los goles de Koke y Saúl y me iba a ir a Neptuno para abrazarme con gente que no conozco de nada.
Qos aficionados quedarán alrededor del estadio y lo rodearán guardando dos metros de distancia entre cada uno de ellos, y llevarán una cacerola en la mano para abroncar al árbitro, o al equipo rival, mientras en el campo se escuchan los gritos de Simeone a Diego Costa.