Una renta mínima sin esperas
El Gobierno prevé tener listo el ingreso mínimo vital antes de que finalice este mes de mayo. El Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, anunció ayer en una entrevista en Radio Nacional, que su departamento trabaja para que el Consejo de Ministros apruebe en su última reunión de este mes, el próximo martes 26, el decreto-ley de creación de ese ingreso mínimo vital. Será compatible con las ayudas autonómicas ya existentes, que complementarán la estatal.
Escrivá calcula que alcanzará a alrededor de un millón de beneficiarios, de los cuales 100.000 podrán recibirlo “no inmediatamente, pero sí con bastante rapidez”. Para conseguirlo, el ministro reconoció que están “viendo la posibilidad de hacer reconocimientos de oficio, que permitan arrancar con un número importante de hogares que reciban la prestación”. El Ejecutivo aprovechará los datos disponibles de los servicios sociales para identificar hogares vulnerables que puedan tener derecho la ayuda.
El Gobierno habilitará varias vías para tramitar la solicitud en diferentes niveles de la Administración con el fin facilitar la petición del subsidio: ayuntamientos, comunidades autónomas, entidades del tercer sector... Escrivá resaltó la importancia de esto, puesto que la situación de estas familias supone una dificultad en sí misma. “Existe un porcentaje significativo de los hogares potencialmente beneficiarios que no termina pidiéndolo porque es tal la marginalidad que les cuesta acceder a los procedimientos administrativos” o porque no les llega la información. La resolución será lo antes posible, “pero dependerá del ritmo en que se hagan las peticiones”. Por vía telemática, el sistema contará con un simulador que permitirá calcular la cuantía de la ayuda.
El ministro estima entre 3.000 y 3.500 millones de euros el presupuesto para sufragar el ingreso mínimo vital, ❖ aunque no dio cifras de la cuantía de la ayuda. Algunas informaciones surgidas en los últimos días la sitúan entre 462 y 1.015 euros.
Escrivá sí anunció que se cobrará mensualmente y que la vivienda habitual, hasta cierto valor aún por fijar, se excluirá de los criterios de renta y patrimonio para reconocer el derecho a percibirlo. Asimismo, la cuantía variará según la tipología de cada familia: “Tenemos que ser muy finos a la hora de proteger hogares y garantizar niveles de renta, con una diferenciación muy grande si en el hogar hay niños, si es monoparental... La batería es amplia”.
Escrivá desliga la aprobación del ingreso mínimo de la coyuntura de necesidad provocada por la crisis económica derivada de la pandemia. “Partimos de antes de una situación de pobreza severa que no es aceptable”, dijo, y recordó que Europa lleva desde 2012 instando a España a crear una ayuda así.