Ramon Terrassa
espacios comunes ni esperas. Desinfectamos antes de que entre el siguiente turno y tenemos a personal controlando que se respeten las medidas. —¿Cuántos deportistas y personal se entrenarán esta semana?
—De personal siempre habrá en el centro una veintena. Y de deportistas no llegamos a 100, pero a la vez puede haber entre 30 y 40.
—¿Qué pasa si un deportista da positivo?
—Está todo previsto. Si hay sintomatología, rápidamente se le lleva a los servicios médicos y se le hacen pruebas. Si se confirma, como estará asegurado que no ha estado en contacto con nadie, se pondrá solamente a la gente de su grupo en observación. —¿Cómo han digerido este cambio de chip?
—El centro ya tenía sus rutinas y dinámicas, y siempre buscábamos innovaciones. Ahora nos toca recomenzar en un marco normativo cambiante, diferente y que tiene fisuras. Y encima hay riesgos. Sentimos esas mariposas en el estómago de abrir por primera vez. —¿Qué fue del centro durante el confinamiento? —Dispones de 17 hectáreas con múltiples sistemas y tecnologías que no se pueden parar. Hay mercancías peligrosas, desinfectantes, cloros, campos que requieren mantenimiento… Estuvo trabajando un retén durante este periodo. Un equipo de seis personas que ha ido rotando. También ha habido algún incidente que se tuvo que reparar. —¿Cuánto dinero han perdido?
—Cada mes facturábamos 250.000 euros de los grupos que venían de fuera y ahora ese dinero no lo tendremos, y habrá que esperar...