AS (Galicia)

La conquista de América

- RAFA PAYÁ

La pandemia por COVID-19 detuvo el mundo y Álex Palou vio como su esperado debut en la IndyCar se postergaba. Ahí empezó una pesadilla de viajes, visados, dudas, preocupaci­ones... que ha solventado y el sábado en Texas (20:00 horas en EE UU, 03:00 en España, ‘Movistar+’) llegará el soñado momento de correr el certamen que incluye la Indy 500. El catalán de 23 años pilotará el Dallara Honda dorsal 55 del equipo Dale Coyne Racing, un monoplaza muy pesado, sin dirección asistida, con mucha potencia y poca carga aerodinámi­ca pero

“muy divertido de conducir”. Antes de comenzar su conquista de América, Palou atendió a AS vía telefónica.

—El debut debería estar precedido de orden y calma, pero el coronaviru­s le ha complicado, como con la odisea de los viajes... —Sí (ríe). El viaje de vuelta a España cuando empezó todo fue peculiar. Me fui de EE UU a Costa Rica para hacer el visado ya que cerraron la embajada y el que tenía solo valía para tres meses. De no haberlo hecho ahora no habría podido regresar ya que la embajada de EE UU en Madrid sigue sin tramitarlo­s. Aún así he estado dos meses preocupado, cada día miraba las maneras de llegar. Pese a tener los papeles en regla, al final sólo había una opción ya que en principio a los pilotos extranjero­s de coches y motos no nos incluyeron en el decreto de la Casa Blanca para deportista­s de élite. La única alternativ­a era volar a México, pasar 14 días de cuarentena e intentar entrar en EE UU. Y eso hice. Afortunada­mente, a los diez días nos llegó la autorizaci­ón del Gobierno norteameri­cano, ya que cambiaron el criterio inicial, y ya estoy aquí. He pasado incertidum­bre y temor de no poder llegar a la primera carrera.

—Está en Texas y ahora queda enfrentars­e al debut... que tampoco será sencillo.

—Sin duda. Estoy ansioso ya que voy cumplir mi sueño, pero como dices será un debut extraño: primera vez en IndyCar, primera vez en un óvalo, primera vez de noche, sin público... y llego con dos días en el coche. La única ventaja es que uno fue en esta pista de Texas. Será complicado, tenía que haber llegado con un montón de test y encima ahora está todo compactado en un día. Tengo 90 minutos de práctica con dos juegos de neumáticos. Después, dos vueltas de clasificac­ión... y la carrera. Es difícil que salga todo bien, soy el único que no ha corrido nunca en un óvalo... pero es lo que toca. Al final son carreras y tenemos un buen coche. Será divertido. —¿Cómo lo ha preparado sin poder entrenar en condicione­s, ni siquiera el físico? —Regular porque en España, como todos, no podía salir a la calle durante bastante tiempo y yo vivo en un piso sin jardín. Cuando ya se pudo ir a correr mejoró, y luego en México y ahora en EE UU sí estoy entrenando a tope. Respecto al simulador, he practicado pero con uno, digamos, casero. Tras Texas hay tres semanas sin carreras y las usaré como pretempora­da, físicament­e y con el coche. Debo acostumbra­rme a todo lo nuevo. Por ejemplo, vengo de un pit stop y en los óvalos haré cinco. —El deporte está volviendo más rápìdo que la vida normal. Pese a todas las medidas adoptadas... ¿tienen algún tipo de miedo los pilotos?

—Todo el mundo está con inquietude­s y pensando qué pasará en las próximas semanas, meses, años... Todos tenemos algo de miedo pero hay que seguir adelante, intentar mover todo para avanzar. En el motor si esto no empieza ya los equipos no podrán sobrevivir, ni las marcas, los patrocinad­ores se irán... Hay un montón de normas y protocolos de seguridad que si se cumplen es aparenteme­nte seguro. El miedo es por la situación general no por contagiars­e en la carrera. El personal que entrará es el estrictame­nte necesario para poder correr, si mis padres estuvieran aquí no podrían venir a verme. —Los ambiciosos objetivos no habrán cambiado en el confinamie­nto, ¿verdad?

—No, para nada. Para asentarme en la IndyCar hay que demostrar cosas desde ya. El objetivo es el mismo en las 14 carreras. Hay que empujar fuerte e ir rápido desde el principio para lograr buenos resultados. Yo no descarto nada. Por lo que he visto y cómo me he sentido en las pruebas tengo que ir a por el título de rookies y tengo el pálpito de que el coche está para luchar por algún podio o victoria. Todo dependerá de mí y de estar a la altura y preparado para aprovechar la oportunida­d cuando llegue, porque llegará.

Odisea “Hice el visado en Costa Rica, cuarentena en México...”

Rotundo “Hay que empujar e ir rápido ya para lograr resultados”

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