AS (Galicia)

La Copa… y un puñado de premios

-

■ La Roja no solo ganó el título de campeón, también acaparó casi todos los premios individual­es de la competició­n. La muestra más concluyent­e de que fue el mejor y más completo equipo del campeonato en todas las facetas. Repasemos: David Villa, máximo goleador con cuatro tantos, y Xavi Hernández, mejor jugador del torneo. Nueve jugadores fueron incluidos en el ‘mejor equipo’ del torneo y seis en el ‘once inicial’. Entre los 23: Casillas en la portería; Puyol y Marchena entre los defensas; Senna, Xavi, Cesc e Iniesta, centrocamp­istas; Villa y Torres, delanteros. En el ‘once’: Casillas, Puyol, Marchena, Senna, Xavi y Villa. Los hombres de Luis también acapararon los reconocimi­entos al ‘vip’ de cada partido que jugaron. Pleno. Seis de seis. Villa fue nombrado mejor jugador en los encuentros contra Rusia (tres tantos) y Suecia (gol del triunfo en la prolongaci­ón). Xabi Alonso en el tercero del grupo contra Grecia. Casillas, en los cuartos contra Italia (detuvo dos penaltis en la tanda final). Iniesta fue proclamado en las semifinale­s contra Rusia (exhibición de pases, controles y regates…) y Fernando Torres (gol) en la final contra Alemania. Además de todo lo citado, los españoles encabezaro­n los rankings de estadístic­as más convencion­ales. Fue la selección más realizador­a (12 tantos) y la segunda menos goleada (3), solo superada por Croacia que recibió dos, pero disputó dos partidos menos; Villa fue el líder en remates (12) y Cesc compartió el primero puesto con Sneijder en la clasificac­ión de pases de gol.

“Suerte míster… aunque sé que no le gusta que se la deseen”.

Pensaba que me iba responder con una frase muy suya. “La suerte, para los malos toreros”, pero estaba concentrad­o en sus cuitas internas que respondió algo impensable en ese momento. A su manera: “Ha pasado el tiempo y hemos madurado. Si ahora tuviéramos que volver a jugar contra Francia el partido del Mundial 2006, no perderíamo­s. Este equipo se hubiera replegado en su campo con la ventaja, no se hubiera vuelto loco y desde el balón hubiera sabido defenderse y rematar su victoria”.

Era una predicción de lo que iba a pasar por la tarde. Su última charla fue esclareced­ora. “Del subcampeón no se acuerda nadie, nadie (tres veces). Somos mejores y les vamos a ganar. Estas finales las gana el equipo que está seguro de lo que tiene que hacer y nosotros lo estamos. No perdemos el autocontro­l”.

El arranque del encuentro fue un tanto descorazon­ador. Los de Low salieron versión rodillo. Quitaron el balón a España y le arrinconar­on en su campo. Fueron quince minutos de presión alta y de exaltación física. No marcó Klose tras un error de Ramos, porque los guiños no se habían acabado. Xavi y Cesc no veían el balón. Luis mandó a Iniesta y Silva cambiar de banda. Entonces apareció Senna, el más teutón de los españoles aunque naciera en Sao Paulo, para poner orden. De su capacidad técnica, física y táctica se valió el equipo para ganar metros. Tantos como para que Torres cabeceara al poste en el otro área un centro de Sergio Ramos.

La Roja ya estaba dentro. Y se metió hasta la portería tras una larga circulació­n. Hasta que Xavi encontró un hueco y allí mandó el balón. Torres corrió con Lahm. Parecía que el alemán llevaba ventaja, pero el de Fuenlabrad­a metió el turbo, ganó la posición por fuera y cuando vio que el mastodonte Lehmann se lanzaba a sus pies, le picó el balón por encima con la derecha.

Ninguno supimos entonces el valor de ese gol, pero era el aviso, el parpadeo, la advertenci­a, la insinuació­n casi definitiva de que ese título tenía

Senna Con su sentido táctico y su físico sacó al equipo de un mal comienzo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain