Una calma tensa
El miércoles, la ATP revelará su plan para la temporada ● Nadal, con dudas sobre el US Open ● Djokovic: “Son medidas imposibles”
El tenis está en su particular encrucijada frente a la pandemia. En una calma tensa. El miércoles, la ATP tiene previsto informar a los jugadores, a través de una videoconferencia, de su decisión sobre la gira norteamericana de pista dura (Washington, Toronto, Cincinnati y Winston-Salem) que desembocaría en el US Open (31 agosto-13 septiembre). Una decisión que repercutirá sobre la posterior de tierra, con Roland Garros reprogramado del 20 de septiembre al 4 de octubre y la posibilidad de hacer hueco a Madrid y Roma. De momento, el circuito está parado hasta el 31 de julio
Pero los rectores del tenis pueden encontrar cierta oposición si quieren sacar adelante el US Open, como parece decidida la USTA (Federación de Estados Unidos). Rafa Nadal, que estos días se afana en Manacor en poner a punto su físico y también su flamante catamarán que le ha llegado por su 34 cumpleaños, ya expresó hace unos días sus reservas. “No es la situación ideal. Si me preguntas si viajaría hoy a Nueva York, te contesto que no. Pero eso es hoy, dentro de dos meses no sabemos qué ocurrirá, aunque afortunadamente la situación va en la dirección correcta”, advirtió.
“Si no somos capaces de organizar el circuito de una forma lo suficientemente justa y segura, y cuando hablo de esto hablo de jugadores de cualquier parte o país del mundo, no podemos jugar al tenis”, apuntó el número dos del ranking, campeón en Nueva York.
Mientras, Novak Djokovic, número uno y presidente del Consejo de Jugadores, fue un paso más allá en declaraciones a medios de su país, donde prepara una serie de cuatro torneos por los Balcanes (Adria Tour) que arranca el próximo sábado. Calificó las medidas que quiere implantar la USTA como “extremas” e “imposibles”.
Hoteles. A saber: dormir en Queens en hoteles cercanos al aeropuerto, en el mismo barrio donde está el National Tennis Center y que ha registrado más de 61.700 casos y más de 5.000 fallecidos (la segunda zona más devastada de EE UU). Nada de pisar Manhattan. Además, sólo podría acompañar al jugador dentro del recinto un miembro de su equipo y los tenistas tendrían que pasar varios test de COVID-19 cada semana.
“Sólo podremos llevar una persona al club, lo que es realmente imposible. Hace falta un entrenador, además de un preparador físico y un fisioterapeuta”, se quejó Djokovic después de confirmar que había hablado del tema con la ATP.
“Todas sus exigencias son realmente rigurosas, pero puedo entender que por razones financieras, por los contratos ya existentes, los organizadores quieran que el torneo se celebre. Veremos qué pasa”, expuso el serbio. Este año ya cayó Wimbledon, que no se jugará por la imposibilidad de tener el césped listo en otras fechas.
En el plan de la USTA figura también trasladar el Masters 1.000 de Cincinnati a Nueva York una semana antes del Grand Slam y desplazar a los tenistas en vuelos chárter desde diferentes puntos del mundo. La administración de Donald Trump ya consideró “de interés nacional” a los deportistas profesionales extranjeros que militan en las ligas, tenistas o golfistas, y permitiría su entrada en el país. Pero existen muchas dudas. La número uno de la WTA, la australiana Ashleigh Barty, también exigió “toda la información” para decidir si juega en Nueva York. “No sólo se trata de mí, sino de la salud de todo mi equipo”, dijo. El tenis, uno de los deportes más globales, espera en tensión.
Queens
Djokovic “Nos hace falta el fisio, preparador, entrenador... no sólo una persona”