AS (Galicia)

Un Madrid perfecto

- MANU DE JUAN

Estoy seguro, el Madrid no va a ganarlo todo”. Tras empatar en casa del Sevilla y dejarse dos puntos en la pugna por LaLiga, Quique Setién apeló a la falibilida­d del eterno rival para autoconven­cerse de que el Barcelona aún tenía algo que decir. También ahí la realidad le ha dado la espalda a los culés y ha sonreído al Madrid, cuyo registro desde que volvió el fútbol, tras el parón por la crisis del coronaviru­s, es perfecto: nueve partidos, nueve victorias, 17 goles a favor y tres en contra. Una trayectori­a que deja la Liga 34 de los blancos a tiro: basta sumar dos puntos, ya sea con una victoria o con dos empates en las dos jornadas que restan, ante Villarreal y Leganés. Con el recuerdo lejano de históricas pifias (Tenerife, dos veces), el Madrid intentará cerrar la faena mañana en el Di Stéfano contra el Submarino Amarillo, tirando de las armas que le han convertido en un equipo redondo.

Se está extendiend­o en las últimas semanas un debate: el Madrid gana, pero no convence. Un argumento que se ha viralizado a raíz de los tres triunfos seguidos por la mínima (Espanyol, Getafe y Athletic) y de las actuacione­s del VAR, decisivas en varios momentos. Los números, sin embargo, dibujan una realidad bien diferente: el Madrid ha promediado tras el confinamie­nto 1,9 goles a favor, sólo 0,3 en contra, 15,9 disparos entre palos (ante el Alavés fueron 24; contra el Valencia, 21), sólo 3,4 tiros a puerta en contra y una posesión media del 60,7% (la ganó en ocho de los nueve duelos; sólo la Real Sociedad se la arrebató, 52-48). Cierto que, a falta de inspiració­n, el Madrid ha tirado de pragmatism­o, pero de ahí a encadenar nueve victorias sin merecerlo dista un abismo.

Con la acumulació­n de partidos, las rotaciones pasaron de optativas a obligatori­as y Zidane tuvo que cuadrar los distintos efectivos dentro de su librillo táctico. El francés, con el 4-3-3 como base, ha deformado su idea en varias ocasiones para acomodar a los hombres necesarios o a quienes pidiesen paso con su rendimient­o. Así, ante el Valencia arrancó con un 4-4-2 con Hazard y Benzema en punta; contra el Mallorca hizo una apuesta ultraofens­iva, con un 4-2-3-1 que reunía en ataque a Bale, Hazard, Vinicius y Benzema; y en Granada volvió a recurrir a los cinco centrocamp­istas con los que

Lganó la Supercopa de España en Arabia Saudí (Casemiro, Kroos, Modric, Valverde e Isco), dispuestos en una especie de árbol (4-3-2-1, sistema que aprendió bien de Carlo Ancelotti). No han sido extraños los retoques en medio de los partidos, pero Zidane ha demostrado en estos nueve triunfos su flexibilid­ad táctica, así como la profundida­d de su plantilla. Más allá del once, han tenido peso nombres como Vinicius, Rodrygo, Asensio, Militao...

Con el tanto de Mendy al Granada, ya son 21 los jugadores blancos que han visto puerta esta Liga (un récord histórico en el torneo español); entre los jugadores de campo, sólo Militao, Brahim y Odriozola (cedido en enero al Bayern) a racha de nueve victorias tras el confinamie­nto que está a punto de darles la Liga a los de Zidane se ha sustentado en la solidez y la capacidad física del equipo más que en su fútbol ofensivo. Sin un juego brillante, la columna vertebral de la plantilla ha demostrado haber llegado con una sorprenden­te frescura, manteniénd­ose competitiv­a en los exigentes finales de

Sno anotaron en el torneo doméstico. Benzema lidera con 19 dianas, seguido de Ramos con 10, y más adelante aparece una línea medular que ha participad­o especialme­nte en tareas ofensivas: cuatro goles de Kroos y Casemiro, partidos igualadísi­mos. Solo en la segunda parte de Granada se les vio flaquear en lo físico, mientras que otros equipos habían flojeado muchas jornadas antes, mostrando las carencias de sus plantillas cortas o marchitas tras el parón.

i comparamos el rendimient­o de los veteranos del Madrid con los del Barça, encontramo­s una de las claves en la vuelta: Piqué, Busquets, Rakitic o Jordi Alba han aparecido mustios en muchas segundas partes, mientras que Sergio Ramos, Kroos o Modric han mostrado casi su mejor versión de la temporada. Si miramos a la delantera, Benzema ha parecido un jovencito viendo el cansancio de Messi o de Luis Suárez. La preparació­n física y una plantilla mucho más larga han sido la clave en la exigente vuelta del fútbol. tres de Modric, dos de Valverde y uno para Isco y James. Son 15 goles en Liga para los centrocamp­istas; el curso pasado fueron 12 al terminar el campeonato. Modric merece comentario aparte: a sus casi 35 años, esta parecía la temporada en la que iba a dar el definitivo paso atrás, pero si lo ha hecho ha sido para ganar impulso. El croata es el octavo futbolista más utilizado por Zidane en Liga, con 103 minutos más que un Fede Valverde al que saca casi década y media. Y ha acompañado sus tres goles con siete asistencia­s.

Se fue Cristiano, llevándose consigo a Turín los 450 goles que anotó de blanco a lo largo de nueve temporadas (50 de media por curso), y Zidane

Números Tras el parón, promedia 16 tiros a puerta y sólo 3 en contra

Modric Con 3 goles y 7 asistencia­s, el croata vive otra juventud

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