Presión para De Jong
El holandés, que no ha estado a la altura esperada en su temporada de rookie, se juega la nota en la Champions
Frenkie de Jong, 23 años, no ha redondeado una gran temporada en el Barça. Celebrado su fichaje como una de las mejores incorporaciones estratégicas del último lustro, tal vez la más determinante desde las de Ter Stegen, Rakitic o Suárez en 2014, el holandés aterrizó en Barcelona en medio de unas expectativas altísimas desatadas por su tramo final de temporada en el Ajax, con quien había jugado unos maravillosos octavos y cuartos ante el Madrid y la Juve, respectivamente, cuando ya era oficialmente jugador del Barça. Pero De Jong no ha pasado de actor de reparto. No se trata de sus cifras. En la Champions, sin ir más lejos, no ha marcado ni un gol ni ha dado ninguna asistencia. Y en LaLiga apenas hizo dos goles y dio un par de pases. Él es un jugador para dar dinámica de juego y gobernar los partidos. Pero, salvo ráfagas muy puntuales, no lo ha hecho. Especialmente decepcionantes fueron sus dos partidos contra el Madrid.
Paradójicamente, De Jong se ha adaptado antes a la ciudad que al equipo. Cómodamente instalado con su pareja, Mikki Kiemeney, vive confortablemente en la Ciudad Condal por más que pasase el confinamiento en Ámsterdam. En el césped, sin embargo, todo ha sido más difícil. Acostumbrado a jugar a toda pastilla en el Ajax, con un juego de transiciones que le venía como anillo al dedo, De Jong tuvo primero que
Reparto Más allá de sus flojos números, apenas ha refrescado al equipo
cambiar su posición y hacer de interior porque Busquets es intocable. “Su posición es la de mediocentro”, advirtió hace bien poco Ronald Koeman, seleccionador holandés y conocedor de las cualidades del futbolista y de su mejor encaje en el juego de un equipo del que también conoce el estilo.
Además, De Jong cayó en un equipo que juega ante rivales que se encierran pero que, sobre todo, empieza a mover el balón con tremenda lentitud. Todas las circunstancias que rodean el fútbol del Barça han perjudicado su explosión. Sin espacios para romper líneas, sin libertad para jugársela y correr a campo abierto, su fútbol se ha vuelto peligrosamente burocrático. Precisamente lo que no quería el socio, ansioso por jugadores que se saliesen del rol y tomasen decisiones. Si el Barça buscaba un soplo de aire fresco con De Jong, todavía lo está esperando. Pero él también es responsable: “No estoy satisfecho con mi primera temporada”. Para colmo, De Jong se lesionó en Mallorca, lo que ha terminado de afear su primera temporada a la espera de la Champions. De Jong está obligado a dar un paso adelante, mucho más si se advierten las bajas de Busquets y Vidal. Su partido ante el Nápoles marcará la nota de su primera temporada.