El Bayern-Sevilla será con público en la grada
La UEFA permite que se ocupe el 30% del aforo
La Supercopa de Europa entre Bayern y Sevilla servirá de proyecto piloto de cara a la vuelta de aficionados a los campos de fútbol. Tal y como aprobó el Comité Ejecutivo de la UEFA, el choque entre los campeones de Champions y Europa League, el 24 de septiembre en Budapest, volverá a contar con público en las gradas.
Se le permitirá el acceso a un 30% del aforo máximo del Puskas Arena, lo que equivaldría a algo más de 20.000 localidades de las 67.000 disponibles en el feudo húngaro. Tal y como explicó la UEFA, la cita servirá “para estudiar con precisión el impacto de los espectadores en el Protocolo de Regreso al Juego de la UEFA“.
El fútbol sin aficionados no es lo mismo. El propio Aleksander Ceferin, presidente de la organización, explicó que “si bien fue importante demostrar que el fútbol puede continuar en tiempos difíciles, sin aficionados”, es consciente de que “ha perdido algo de su carácter“. Karl-Heinz Rummenigge, presidente de la junta directiva del Bayern, coincidió: “Existe una cultura futbolística. Las emociones y la atmósfera en un estadio forman parte de ello. Tenemos que perseguir el interés en que los aficionados puedan volver lo antes posible a las gradas. No somos inocentes y sabemos que no podemos permitir que entren 75.000 en un recinto. Sin embargo, pienso que sí es posible ocupar un 15% o 20% de las localidades con el fin de recuperar la emoción”, explicó.
Eso sí, de momento, la Supercopa de Europa será el único partido con hinchas en las tribunas. “Todos los demás partidos de la UEFA continuarán jugándose a puerta cerrada hasta nuevo aviso”, añadió la UEFA en su comunicado, lo que implica también que los primeros duelos de la Liga de Naciones, entre ellos los de España ante Alemania (3 de septiembre) y Ucrania (6 de septiembre) se disputarán con las gradas vacías.
Queda por ver de qué manera serán distribuidas las localidades. El problema será de logística pues las trabas de Hungría son importantes para los españoles a la hora de viajar. El país exige a aquellos españoles que quieran entrar en su territorio una cuarentena de 14 días o presentar dos PCR negativos, traducidos al inglés o al húngaro, realizados en los cinco días anteriores a la llegada al país y al menos con 48 horas entre ambas pruebas.
Logística Hungría exige a los españoles presentar dos PCR negativas
El Bayern es el primer equipo que ha conseguido el título ganando todos sus partidos
El Bayern ha ganado, por sexta vez, la Copa de Europa. Está a solo un título de los que tiene el Milan y a siete de los trece del líder, el Real Madrid. En las sesenta y cinco ediciones celebradas, siguen siendo veintidós los equipos que pertenecen al selecto club de los campeones de Europa, y son sólo diez los que han conseguido vencer en sus dos formatos, la Copa de Europa y la Champions League. El Bayern de Múnich es el primero que ha conseguido el título ganando todos sus partidos. Ha sido la victoria del equipo frente a las individualidades. El conjunto alemán está formado por jugadores de la cantera tan importantes como Müller y fichajes con una relación precio-calidad imbatible. Ni el reconocido Monchi podría mejorar los fichajes de Neuer, Lewandowski o Davies entre otros. Baste decir que el coste de todo el once inicial del Bayern no llega ni a la mitad de lo que pagó el PSG por Neymar.
El Paris Saint Germain, equipo formado a base de fichajes rutilantes a precios astronómicos, financiados por los petrodólares árabes, llegaba por primera vez a la final, y tendrá que seguir viendo en el palmarés de la Copa de Europa a un solo campeón francés, el Olympique de Marsella del controvertido Bernard Tapie. Los parisinos eran el primer equipo no perteneciente a las cuatro grandes ligas (España, Inglaterra, Alemania e Italia) que llegaba a la final desde la temporada 20032004, y pasan a formar parte de esa dura lista de equipos finalistas que no han ganado la Orejona, que encabeza el Atlético de Madrid con tres ocasiones en las que el campeón les hizo pasillo. Esa triste situación, en la que la mayoría de los jugadores se quitan del cuello la medalla que les acaban de colgar, la ha vivido más veces que nadie la Juventus, nada menos que en siete ocasiones de las nueve finales jugadas por la vecchia signora.
Ha sido una edición extraña, sin aficionados en las gradas. Todos deseamos que haya sido la única y última vez, y el año que viene ya no estemos perseguidos por ese virus cruel y taimado. Aunque tengamos que volver a ver a algún futbolista que lo celebra en el césped, acompañado de su pareja, sus hijos, una hermana, dos cuñados, unas amigas y algunos vecinos. Benditas aquellas verbenas de la vieja normalidad.