La anfitriona brilla ante Chile con 17.000 asientos vacíos
■ Egipto y Chile abrieron el Mundial en el silenciado y vacío Cairo Stadium, que puede albergar a 17.000 espectadores pero que, con la crisis sanitaria, permanecerá cerrado al igual que el resto de sedes, para los aficionados. El primer partido del torneo enfrentó a dos entrenadores españoles: Roberto García Parrondo, al mando de la anfitriona, y Mateo Garralda, de Chile. Se cumplieron los pronósticos y Egipto, que en ningún momento fue por debajo en el marcador (solo se igualó el partido con 2-2), derrotó a una selección muy mermada por las bajas, especialmente en la primera línea de ataque (35-29).
Rodrigo Salinas, del Bidasoa, disputó los 60 minutos por la falta de efectivos. Destacó la poca permisividad de los árbitros alemanes, con 16 exclusiones en un encuentro que no fue duro. Elderaa fue nombrado MVP. Desde 2005 todas las selecciones anfitrionas llegaron, mínimo, a semifinales. Con eso sueña Egipto.
La Selección aterrizó ayer en El Cairo, zona cero de un Mundial ya marcado por la pandemia, a última hora de la tarde después de que se demorase su salida desde Barajas por las consecuencias del temporal. Un Mundial que arrancó con el partido inaugural (España debuta mañana ante Brasil a las 18:00) y en el que no estarán dos selecciones clasificadas. Primero fue la República Checa la que anunció su baja por numerosos positivos y, posteriormente, Estados Unidos hizo lo propio.
De esta manera ocurre algo inédito: las dos selecciones reservas, Macedonia y Suiza, que estaban preparadas por si fuese necesaria su presencia viendo la evolución de los acontecimientos, serán de la partida en
Grupo A