La alternativa es Raúl
El fichaje de Pochettino por el PSG deja al actual técnico del Castilla como único candidato ante un futuro relevo en el banquillo
de ganar títulos a toda costa (hay un enfado tremendo con Marcelo e Isco, captados por las cámaras de El Chiringuito gastándose bromas y riendo antes de empezar la prórroga). En la planta noble se valora que no es normal que Odegaard se quiera ir, aburrido por su ostracismo, al ver que por delante tiene a Isco, claramente en un bajón futbolístico que le ha alejado de su imagen triunfal de las dos últimas Champions ganadas en Cardiff y Kiev con él de titular. También consideran que jugadores como Lunin (que no había jugado un solo minuto hasta Alcoy), Odriozola, Militao, Vinicius o Mariano han estado tan infrautilizados que cuando les ha tocado dar el paso estaban lejos de su mejor forma. Eso le llevó también a Jovic a pedir su cesión, a pesar de que Zizou recomendó hace dos veranos su fichaje, desembolsando el club 60 millones de euros por el serbio.
También se le imputa a Zidane que jóvenes contrastados como Reguilón, Achraf, Marcos Llorente, Brahim o Borja Mayoral triunfen en el Tottenham, el Inter, el Atlético de Madrid, el Milán y el Roma después de entender de que si se quedaban junto a Zidane su papel iba a ser residual o incluso nulo, como es el caso de Reguilón y Llorente, los más significados al ser dos jugadores a los que el técnico no les concedió nunca siquiera el beneficio de la duda. Zidane se ha arropado en su guardia pretoriana (14 jugadores) y es cierto que así ganó la Liga del Coronavirus y que en total suma 11 títulos, solo superados por los 14 de Miguel Muñoz. Pero la tendencia actual del equipo es de caída libre y a Zizou no se le ve alterado ni inquieto por ello. Ese pasotismo gestual tiene desconcertados a los responsables de la entidad. “No es una vergüenza, estas cosas pueden pasar. Ahora tenemos que centraros en la Liga y la Champions”, dijo en Alcoy nada más acabar el partido para incredulidad de casi todos. Parecidas palabras les dedicó ayer a sus jugadores en Valdebebas en la breve charla que mantuvo con ellos tras el fiasco de El Collao.
El club considera que Zidane está permitiendo la indolencia de algunos jugadores que saben que hagan lo que hagan van a acabar teniendo protagonismo en el equipo, mientras que otros lo van a tener en japonés por más que quieran demostrar en los entrenamientos que están para jugar. También la comunicación entre el francés y el vestuario ha dejado de ser tan fluida como era en los días de vino y rosas. Antes de empezar la prórroga, solo se le vio hablar un momento con Marcelo y con Víctor Chust, para comentar la jugada del gol de córner que dio pie a la prórroga, pero no hizo la habitual charla motivacional de grupo que en su momento entronizó a Zinedine como un técnico con empatía con los jugadores perfecto para un vestuario como el del Madrid.
La afición también empieza a dudar de Zidane, aunque es una leyenda blanca. En una encuesta realizada en As.com sobre si debe seguir o no el francés en el banquillo, casi el 60% respondió que “no”.
En suma, en el club no van a tomar decisiones drásticas hasta que suene el himno de la Champions (el partido de ida con el Atalanta se jugará el 24 de febrero en Bérgamo), con la esperanza de que en estos 34 días sea capaz Zizou de reencauzar la marcha del equipo en la Liga, competición que todavía está en condición de disputar al Atlético del Cholo Simeone. Pero si en este mes de miércoles libres se vuelven a suceder más tropiezos tipo La Rosaleda o El Collao, las páginas de Zizou con el banquillo del Madrid pueden empezar a preparar sus últimos capítulos…
Síntoma Enfado con Marcelo e Isco por sus risas antes de la prórroga
Raúl es la única alternativa que emerge en el horizonte como eventual reemplazo de Zidane. La lista de futuribles que se han barajado en otros momentos en los que el francés estuvo en la picota ha quedado reducida al ahora entrenador del Castilla. Mourinho, cuya sombra ha planeado en varias ocasiones, está asentado en el Tottenham y Pochettino, recurrente aspirante al banquillo del Bernabéu, acaba de comprometerse con el PSG. Eso deja a Raúl como único candidato, aunque desde Argentina informaban ayer de un presunto interés en Marcelo Gallardo, actual técnico de River Plate.
Paradójicamente, la elección del 7 significaría apostar de nuevo por la fórmula Zidane. Un hombre de la casa, que conoce el vestuario como jugador y curtido como entrenador con el actual Castilla. Y que junto a sus aptitudes para el cargo reúne el respeto y la admiración del madridismo. La filosofía funcionó con Zizou, cuyos éxitos y palmarés están ahí pese a la deriva del equipo, y el tiempo ha realzado el trabajo y las decisiones de Solari, otra apuesta con la misma receta.
El compromiso de Raúl con el Madrid está fuera de toda duda. Por difícil que sea la situación, y pese al mal trago de tener que tomar el relevo de su amigo, se da por sentado que el entrenador del Castilla asumiría el desafío si llegara el momento. El gran riesgo, dada la situación, es quemar a una figura idolatrada por la afición blanca y con proyección para asumir el cargo con éxito en mejores circunstancias.
Sus números del Castilla no son deslumbrantes, pero tampoco lo eran los de Zidane. Y, sin embargo, los resultados posteriores y su trayectoria en el primer equipo demostraron la dificultad de dirigir al Castilla en la competitiva Segunda B con la política de proyección de jóvenes recién salidos del juvenil.
Raúl, que ahora se encuentra aislado tras dar positivo por COVID, ya superó con creces el reto que tuvo delante cuando asumió el encargo de tomar las riendas del Juvenil A para el asalto a la Youth League ante la marcha de Dani Poyatos. Dio un paso al frente ante la necesidad del club y cumplió con sobresaliente. Puso a punto al equipo tras varios meses de parón por el confinamiento y lo llevó a conquistar el primer título para el Madrid en la incipiente historia de la Champions juvenil.
Afición Encuesta de As.com: casi el 60% vota que no debería seguir
Perfil
Es una leyenda del club y tiene el respeto de vestuario y afición