AS (Galicia)

Icardi y Mbappé deciden el Clásico de la Ligue 1

Neymar, que inició de suplente, sólo jugó 30 minutos

- A. ONRUBIA

El Clásico con más tensión de los últimos años se decantó del lado parisino. El PSG, que sigue encontrand­o su ecosistema con Mauricio Pochettino, se llevó la victoria del Velodrome por 0-2 y continúa la estela del Lille en su lucha por ganar la Ligue 1. Mbappé, con un espectacul­ar cambio de ritmo en la primera mitad, e Icardi, con un gol poco ortodoxo con la espalda, certificar­on la victoria del actual campeón de la Ligue 1 contra un Marsella muy débil durante los 90 minutos.

La máxima rivalidad del fútbol francés, OM y PSG, se batían en un duelo totalmente vital para las aspiracion­es de ambos equipos. Sin Milik, lesionado, y sin Neymar, suplente por gastroente­ritis, el conjunto parisino estaba obligado a ganar para no descolgars­e del Lille, a seis puntos tras su victoria ante el Nantes y que parece intratable durante las últimas jornadas.

El Clásico, como viene siendo habitual, comenzó con un ritmo frenético. El PSG salió con una intensidad extraordin­aria a presionar a su rival y pronto encontrarí­a su recompensa. Fue gracias a Mbappé, que tras una mal racha ha vuelto a su mejor nivel. El internacio­nal francés volvió a demostrar por qué es uno de los mejores jugadores del mundo cuando tiene espacios y destrozó a Sakai en un brillante cambio de ritmo para batir a Mandanda. Di María, asistente en el primer gol de los parisinos, se retiró lesionado tras el gol. El Marsella, desquiciad­o, intentó hilar alguna transición, pero la buena presión del PSG lo impidió, forzando el error de los de Larguet y aprovechan­do sus indecision­es otra vez en el minuto 24, tras un remate poco ortodoxo de Icardi con la espalda que acabó en la red.

En la segunda parte, el Marsella salió en tromba hacia el gol y, aunque no gozó de una oportunida­d flagrante, probó a Sergio Rico en varias ocasiones. En el minuto 65 se produjo el momento esperado por la audiencia, ya que Neymar entró en el terreno de juego y tuvo una acción polémica con Álvaro, ya que el central español derribó al brasileño, pero el colegiado no señaló penalti. Álvaro, lesionado en la acción con Ney, continuó durante varios minutos, aunque acabó siendo sustituido. Payet vio la roja al final por una dura entrada sobre Verratti.

Expulsión Payet vio la roja tras una dura acción sobre Verrati

Que bien le hubiera venido al Barça Eric García cuando Araújo se marchó lesionado anoche

ARafa Benítez no le gustó nada que García Pitarch le trajera una lámpara en lugar de un sofá. Pero al final la lámpara le funcionó, Oliveira marcó 10 goles y el Valencia ganó la Liga de los galácticos. O sea, ya les gustaría a muchos que han pedido sillas y sofás que les trajeran al menos una lámpara. Algo es algo.

Entre el COVID, el temor a gastar y quedarse sin nada, el techo salarial y la mala gestión de principio de temporada, el mercado no se ha movido mucho. No es que antes el mercado de invierno fuera la bomba, pero sí que llegaron algunos jugadores que acabaron convirtién­dose en algo más que un parche como fue el caso de Marcelo, Alves o Aimar. El que sí se ha movido y parecía muy reticente, ha sido el Valencia. En verano se fueron seis jugadores y no llegó ninguno. Ahora Peter Lim le ha traído varias lámparas a Gracia, eso sí, ningún sofá de los que había encargado el técnico. Lo malo es que Javi Gracia no puede pedir una devolución o un cambio porque él no fue el comprador, además, ya está fuera del periodo de garantía. De momento, no parece que vaya a seguir el camino de la dimisión como ha hecho hace unos días Villas-Boas. Gracia tan sólo quiere “acabar la temporada”, que ya es bastante.

NMuchos clubes necesitaba­n refuerzos y pocos los han tenido. El caso más flagrante es el del Elche. Lleva 15 partidos de Liga sin ganar, desde octubre. Almirón pedía seis sofás pero Bragamik sólo le ha traído tres lámparas y encima una de ellas es para la habitación que tiene más luz de toda la casa, la portería. Una pena porque era la última oportunida­d que tenía el equipo alicantino de enganchars­e a la Liga. Una Liga totalmente diferente en muchos sentidos: sin público, sin dinero para gastar, sin los primeros de siempre… pero tiene su parte buena. Vemos equipos rellenados por canteranos de Segunda B que en otras circunstan­cias nunca hubieran debutado. Así que, muchos equipos tendrán que luchar con toda su alma para intentar quedarse en esta Liga de pocas inversione­s y muchas cesiones.

El Barça y el Madrid se quedan en la Liga, of course, pero hubiera sido más emocionant­e si hubieran llegado los mejores refuerzos posibles, como era habitual años atrás. Sólo hay que pensar que hubiera hecho el Madrid contra el Huesca con ese 9 de referencia que pedía Zidane. Seguro que no sólo Varane hubiera marcado. O que bien le hubiera venido Eric García al Barça cuando Araújo se marchó lesionado anoche frente al Betis o el mismo Memphis Depay para no sufrir tanto hasta el final.

unca lo sabremos pero lo que está claro es que con tantos millones entre unos y otros podrían hacer un poquito más. Se me olvidaba, si a la Selección española no le dejan jugar en Bilbao y quiere jugar en Onda, aquí el deporte, independie­ntemente de quien lo practique, es bienvenido. Ay Carmen…

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