Bordalás

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¿Hemos visto un Getafe demasiado respetuoso contra el Madrid? ¿Ha influido el ruido del partido contra el Sevilla? —Coincido contigo, hemos comentado en el descanso que el equipo estaba respetuoso, temeroso, cohibido. En el primer tiempo apenas nos hemos acercado. Con el primer gol parece que nos ha caído una losa. —El equipo lleva diez derrotas en 22 partidos. ¿Qué debe cambiar para encontrar los resultados?

—Recuperar nuestras señas de identidad. El equipo estaba temeroso a hacer daño a algún jugador del Madrid. Nos han ganado segundas jugadas, el equipo se frenaba por las disputas… No estuvimos bien en defensa y apenas generamos en ataque. Djené ha estado todo el día con el equipo, pero al conocer la sanción ha pedido irse a casa porque le estaban criminalizando en redes sociales y su familia estaba muy afectada. De ello se han hecho eco sus compañeros. —¿Qué buscaba con el triple cambio? ¿Cómo vio a Kubo? —Buscábamos frescura. He querido dar entrada a Aleñá para jugar de segundo punta y enlazar para llegar arriba y abrir la banda. Con Kubo buscar el uno contra uno, más verticalidad y velocidad. Es joven, tiene margen de mejora. Cuando mejor estábamos ha venido el 1-0 y nos hemos venido abajo.

Ni presionar arriba ni tener el balón. Ni ser blando ni matador. El Getafe vive en una indefinición peligrosa. La efervescencia de los fichajes de invierno se apagó cuatro jornadas atrás y Bordalás debe decidir su apuesta. Había un plan tan perfecto como el crimen de Hitchcock hasta que Benzema encontró las llaves debajo del felpudo y la conexión francesa acabó con la uruguaya.

Hubo poco que hacer desde el principio. La apuesta directa no tenía delanteros poderosos que la soportaran, la habitual de los últimos tiempos amagó con hacer daño y se desplomó, en parte por fragilidad y en parte porque tocaba en una cuestión de resistencia ilusoria. La que había tenido el Geta, que no fue capaz de generar peligro a este Madrid mermado al que el colista tuvo contra las cuerdas hace tres días.