Noquea al Barça

Júnior jugó de lateral y Lenglet no disputó ni un minuto ● Los culés protestaron un penalti a Alba

Fuera de sitio, el Barcelona penó hasta la media parte y el Sevilla tuvo la eliminatoria en su mano por primera vez. Ter Stegen, a disparo de Escudero evitó el 2-0 antes de la media parte.

El Barcelona reanudó el encuentro agradeciendo el descanso, que le sirvió para frenar el acoso local. El Sevilla, que había tenido al Barça contra las cuerdas, dejó crecer a los barcelonistas que volvieron a acercarse a los dominios de Bono mediante un Messi que seguía sin acertar en los metros finales, pero los locales ya empezaban a sufrir ante el asedio catalán.

Lopetegui trató de mejorar la situación con sus cambios, pero el Barça seguía acosando hasta el punto de que los blaugrana reclamaron un penalti por derribo de Suso a Alba que Mateu, incomprensiblemente sacó fuera del área. O

Júnior Firpo fue la gran sorpresa en el once inicial del Barça. El exjugador del Betis llevaba jugados 529 minutos oficiales y apenas había jugado como lateral derecho. Pudo salir en el mercado de invierno y Koeman había contado poco con él, pero ayer se decidió por hacerlo jugar. no era falta o si lo era, era dentro.

A cinco minutos del final, Koeman movió el banquillo para jugarse el partido a cara o cruz. Y salió cruz porque al minuto Rakitic aprovechó un resbalón de Umtiti, que además rompía el fuera de juego, para fusilar a su exequipo

Tuvo el Barça la oportunidad de meterse en la eliminatoria con un disparo de falta de Messi en el que Bono se lució exigiendo a los de Koeman que la remontada, esta vez, la ejecuten en un partido de vuelta en el que no pueden repetir los errores que les condenaron en Sevilla. Sin eficacia delante y con fallos puntuales atrás, el conjunto culé recibió un bofetón que duele más por venir de quien viene. Rakitic dejó al Barça en la lona.

Lo que sí se puede hacer sin ningún temor es calificar de insulto los 55 millones que quiso poner por Koundé el Manchester City el pasado verano. También cabría preguntarse cómo tiene el Sevilla en sus filas a uno de los mejores centrales del mundo y el Barcelona, no. Esas cuestiones las tendrán que analizar otros mientras que el sevillismo se relame. Sólo está hecho la mitad del trabajo pero la final que tan borrosa se veía tras el sorteo se ha aclarado. Y de qué manera. Siempre de frente, siempre empujando, como Koundé en su carrera en pos de la portería de Ter Stegen. Siempre con el orgullo que destila Rakitic cada vez que se pone la camiseta con el dorsal de su amigo José Antonio Reyes. El Sevilla mira a la cara a los grandes. Y más en la Copa del Rey. Esta equipo invita a soñar.

JÚNIOR, TITULAR SORPRESA