Muguruza vuela
La española avanza en Australia gracias a su agresividad y control
Garbiñe Muguruza cada vez está más a gusto en Melbourne Park, donde el año pasado fue finalista. El juego de la española no ha tenido fisuras en lo que va de Open de Australia. Desde luego, ayer no se apreciaron en su incontestable victoria contra Zarina Diyas en dos sets y sólo 56 minutos por un doble 6-1. La kazaja de 27 años y 83ª del mundo, que estudia Psicología a distancia, no supo descifrar el tenis de Garbiñe, que sigue precisa como un reloj suizo. En tres partidos ha cometido exactamente 14 errores no forzados en cada uno de ellos. Como si de una apuesta se tratara. “Estoy muy feliz por cómo juego. Me encuentro ya en la segunda semana de un Grand Slam”, dijo Muguruza.
De momento, borda el balance entre agresividad (17 golpes ganadores) y control. Ejecuta los paralelos, tanto con el drive como de revés, a la perfección. Y se le ve fenomenal en cuanto a movilidad, un aspecto en el que mejora día a día. Todo con una actitud intachable, sin un mal gesto. Le hará falta mantener estas virtudes en octavos, porque vienen curvas. Su próxima rival será la vencedora del torneo en 2019 y exnúmero uno del mundo, Naomi Osaka, que batió con autoridad a la tunecina Ons Jabeur (6-3 y 6-2).
Del choque, poco se puede decir más allá de que Muguruza lo dominó por completo ante una rival a la que ya había superado, en Shenzhen el año pasado, y que no supo cómo apretarle, aunque tuvo cuatro opciones de break frente al saque de nuevo bastante seguro de la caraqueña, que sólo perdió un punto en la red (6/7), otro aspecto positivo a tener en cuenta. La media de minutos
Adversaria Garbiñe se medirá en octavos con Osaka, la exnúmero uno mundial
en pista de Garbiñe es de 64, no ha perdido ni un set y apenas ha cedido diez juegos en las tres primeras rondas. Números que ilusionan y que tendrá que refrendar contra oponentes de mayor entidad, como las que vienen ahora. “Voy partido a partido”, aseguró la campeona de dos majors.