Deprisa, deprisa
Los tenistas se quejan de la excesiva velocidad de la pista este año, que favorece a los sacadores
exageradamente lenta desde el principio porque se abría al botar en una superficie más rugosa. Yo creo que la solución era cambiar la pelota y no la pista. Es el Open de Australia más rápido que he jugado nunca. Los que hacen las pistas las hacen con más o menos capas, es una cuestión de calidad. La organización pide una velocidad y ellos intentan aproximarse a esa petición”.
Djokovic que, como Nadal, sólo juega en la Rod Laver, argumentó el efecto que tiene esta celeridad en su juego: “Si sirvo bien, me ayuda. Pero es más adecuado para grandes sacadores. No estoy seguro de cuál es la razón por la que cada año la cancha se vuelve cada vez más rápida en cuanto a velocidad”. El serbio dice que lo que hay que hacer ante eso es “sacar bien”. “Si lo haces ganas muchos puntos gratis, pero si te enfrentas a un cañonero, te mete mucha presión”. Fue el caso de su choque con Taylor Fritz, que colocó al número uno del mundo 24 aces.
Otro español, Pedro Martínez, se quejó de tanto cambio: “Hace dos años estaban muy rápidas, el anterior estaban perfectas, más lentas y más agradables para el público porque los puntos eran más largos y el saque no era decisivo. Otra vez este año está rápido. No me parece bien tanto cambio. Cada temporada debería ser igual, lo de ahora es excesivo”. Los sacadores se han puesto las botas, porque la bola a más de 200 km/h resbala de una manera casi imposible de controlar. Kyrgios colocó 69 saques directos en tres partidos, Feliciano López 48 y Raonic, que se mide con Djokovic, 56. Y entre los favoritos, Zverev está encantado, lleva 50 en cuatro encuentros.
Rafa Nadal “Es el más rápido que he jugado nunca; la solución era cambiar la bola”