La cuesta abajo de Lenglet
Los penaltis que cometió sobre Ramos en el Clásico, ante la Juve y frente al Cádiz confirman la caída de su rendimiento
Si el fútbol es un estado de ánimo, no son los mejores días para hacer jugar a Clèment Lenglet. A sus 25 años, el francés atraviesa un valle de juego tremendo que es consecuencia de un descenso paulatino en su rendimiento. Esta temporada, además, el bajón ha incorporado un problemático plus de fallos muy llamativos que han arruinado varios partidos del Barça. Aunque señalar a un jugador tiene un punto de crueldad algo injusto en el fútbol, deporte colectivo, lo cierto es que, además de transmitir inseguridad toda la temporada, Lenglet se ha equivocado gravemente. Cayó en la trampa de Ramos en el Clásico con un penalti que señaló Martínez Munuera. Luego, estuvo en la foto del 2-1 del Cádiz en el Carranza, con una cesión diabólica a Ter Stegen.
Los dos últimos errores han sido más graves si cabe. En la última jornada de la fase de grupos de la Champions, contra la Juventus, metió de manera infantil una mano dentro del área. El VAR lo cazó y Cristiano hizo el 0-3 que dejó al Barça segundo de grupo y en el bombo de los débiles. Finalmente, ‘metió la pata’ con Sobrino el pasado domingo.
Hace tiempo que desde el vestuario llegan informaciones sobre el mal momento que vive Lenglet, y que van más allá con unas molestias en una de sus rodillas que airean off the record sus agentes. Después de una gran primera temporada que sólo arruinó la noche de Liverpool, el rendimiento del francés empezó a caer el año pasado. Con Umtiti lesionado permanentemente, Lenglet era un pilar básico para la defensa. Pero empezó a tener más problemas en la anticipación. A llegar tarde y a perder duelos en velocidad. Eso le quitó confianza. Eran dos de sus teóricas fuerzas ante su falta de agresividad. Esta temporada, además, ha añadido los errores de concentración, imperdonables en un defensa. Se siente muy vulnerable. En un laberinto del que no consigue salir.
Vulnerable Ha perdido anticipación, mentalidad y velocidad; eso le resta confianza