Eneko Atxa

El cocinero vizcaíno, uno de los mejores del mundo, vive ansioso los días previos a la final de Copa.

evadirnos de esta realidad tan compleja. No digo que nos haga olvidar lo que está ocurriendo, porque no somos unos inconscientes. Algo que te apasiona tanto y has esperado durante tanto tiempo igual no lo disfrutas tanto como en circunstancias normales, pero los días previos te emocionas.

—¿No le rompe el corazón ver San Mamés vacío?

—Sí, pero el fútbol ha pasado a un segundo plano. Muchos restaurantes hemos estado cerrados y eso es duro. Pero le doy prioridad a otras cosas que sí son las que me parten el corazón. San Mamés volverá, y las finales con público. Hay vidas que no volverán, y restaurantes y fábricas.

—Si hay que elegir una Copa, ¿mejor la que se juega contra el vecino?

—Te confieso una cosa. Desde el corazón, prefieres ganar la de la Real por no aguantar al vecino. Pero si me pides que elija, prefiero la del Barcelona. Es el rival más directo para ver quién logra más Copas, y nos llevaría a Europa. Es una opción más inteligente. De ese modo, alegría para todos. De todas formas, me resulta difícil renunciar a una, así que me quedo con el triplete.

—Martín Berasategui será el que más le pique si gana la Real. Le estará alertando de que le van a meter un ‘garrote’ al Athletic. —Yo creo que esta vez estamos los dos con miedo. —¿Dónde la verá? —En casa, disfrutando con la familia. —¿Qué menú les pondría antes de la final?

—Algo ligerito que les dé fuerzas pero que les deje descansar bien. Y después de la final, si ganan, el menú degustación entero y bien armonizado.

—¿Cambiaría las tres estrellas Michelin por el triplete? —No, las tres estrellas han dependido de nosotros, los clientes y hacerlo bien, y el triplete, de la plantilla del Athletic. Lo tienen que hacer bien para que los demás lo disfrutemos. Ahí soy el comensal, no el cocinero. —Siempre dice que la belleza en una mesa puede estar en un huevo frito y en una morcilla. En fútbol la mayor belleza es la victoria.

—Hay un fútbol bonito y gestos que hablan mucho y bien del deporte. Cuando sin querer has hecho una falta a un compañero, cuando eres un señor, el público de San Mamés se levanta y aplaude a un rival digno y merecedor de la victoria. Eso es belleza, no reside sólo en el balón. —¿Algún jugador que le guste? —Apoyo a todos los que salen, no soy nada criticón. Y quiero acordarme de Garitano, porque gran parte de culpa de que estemos aquí es de él.

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