El Granada nec
Un gran gol de Rashford y un penalti riguroso dejan al United con pie y medio en semifinales ● El Granada compitió, pero careció de pegada
Un gol de muchos quilates de Rashford y un discutible penalti devolvieron a la realidad al Granada. El Manchester United lució potencial y pegada en su visita a Los Cármenes y dejó el sueño nazarí pendiendo de un hilo y a expensas de un milagro en el partido de vuelta. El reto era mayúsculo de entrada. Con 0-2 en la ida y teniendo que ir a Old Trafford, exige la mayor de las gestas.
El equipo de Diego Martínez no ha hecho otra cosa que derribar muros y escalar montañas a priori inabordables desde que desembarcó en esta Europa League. Y a esa mentalidad de acero se aferrarán con fuerza el técnico gallego y sus futbolistas el próximo jueves.
Saborear hasta el último sorbo de esta aventura europea. Ese era el lema con el que partió el combinado nazarí en su primer viaje continental allá por el mes de septiembre. Y con esa intención se plantó anoche sobre el césped. No empezó con mal pie ni mucho menos, ya que logró desconectar del partido a Bruno Fernandes, que sólo entró en juego en la recta final del encuentro. Pero no detectó el desmarque de Rashford cuando pasaban unos segundos de la media hora de juego. El veloz atacante británico multiplicó la dificultad del desafío con un control y una definición sublimes. Lindelöf tuvo todo el tiempo del mundo para mirar al horizonte y lanzar un envío milimétrico que el ’10’ del Manchester United, después de superar en carrera a Domingos Duarte, convirtió en un tesoro.
Hasta entonces no se había visto a Rui Silva. El equipo inglés mandaba en el balón y en el partido pero los nazaríes juntaban líneas y acotaban los espacios para minimizar a un United que lleva toda la temporada mostrándose devastador a campo abierto.
Estrategia. El Granada enseñó las uñas antes del descanso. Y lo hizo a balón parado. Yangel estrelló en el poste un preciso servicio de Montoro y el córner posterior acabó con un remate de Soldado que se marchó fuera por poco. Así alcanzó el entreacto el equipo de Diego Martínez, haciendo saber a su poderoso rival que aún le quedaban fe, coraje y piernas.
Y piernas siguió luciendo Yangel a su regreso del vestuario. El centrocampista venezolano se multiplicó en tareas defensivas y lideró el intento de reacción de los rojiblancos. En sus botas nació un peligroso contragolpe del Granada que acabó con la zaga visitante interceptando un peligroso centro de Neva. También mostró el poderío de su zurda Kenedy, pero De Gea respondió bien y atajó con solvencia dos duros disparos del brasileño, que no tuvo su mejor día. Le sobró voluntad una vez más al
El mejor Yangel Herrera lideró el intento de reacción tras el 0-1