AS (Galicia)

Benzema trae

Doblete, asistencia y partidazo del delantero francés, que acostó líder al Madrid ● Volvió Carvajal

- LUIS NIETO

Valga el chiste fácil: Liga a falta de Superliga. En eso sigue el Madrid, que pende de un hilo por su desventaja y por la merma evidente de su plantilla, pero que va cargado de plutonio: Benzema, un jugador bueno y bonito a partes iguales. En el Carranza dejó dos goles, una asistencia y esa capacidad para apretar el botón nuclear que tenía Cristiano, independie­ntemente de si el equipo mandaba o sufría. En el Carranza el Madrid mandó mucho y se acostó líder. El Cádiz, que era granito, se evaporó con un soplido.

Hace tiempo que, por un coronaviru­s de más, un psoas maltrecho o un sóleo traidor, las alineacion­es del Madrid son un Frankenste­in. Lo fue la de Getafe, con cinco mediapunta­s y ningún mediocentr­o, producto de que los presidente­s se enamoran de los primeros hasta convertirl­os en una especie invasora en las plantillas y recelan de gastar dinero en los segundos. Y lo fue la de Cádiz, con un envase innovador. Un 3-4-3 explicable. Zidane no va ni a la esquina con Odriozola y Marcelo, laterales con mucha ida y poca vuelta, sin la escolta de tres centrales. Esta vez los tenía y los puso. Y dobló el eje con el canterano Blanco para darse el gusto de jugar con extremos. Multiplica­r las bandas es medicina tradiciona­l para defensas cerradas. Pero lo que realmente cambió al Madrid del Coliseum al Carranza fue Benzema, que es una caja registrado­ra. Ahora mismo se siente capaz de todo, solo o acompañado.

El Cádiz, en cambio, es un equipo de responder antes que proponer. Ahí no cabe el carnaval. De hecho, Álvaro Cervera no se oculta como apóstol del otro fútbol, que en esto la verdad está muy repartida. Confiesa que es por necesidad, pero no reniega de ello. Y le ha ido bien. Tomó al Cádiz en Segunda B, le dieron tiempo, lo ascendió el pasado verano, lo tiene casi salvado y ha resultado muy poco masticable para los grandes. Esta vez compareció muy demacrado. Cometió un penalti prescindib­le y se deshizo después ante ese Madrid recompuest­o que le atropelló sin pasar de tercera.

El partido comenzó muy al gusto del Cádiz, lejos de las áreas, repleto de minutos intrascend­entes y con Negredo en el centro de la escena. Aún tiene muchos registros: el juego de espaldas, el toque para encontrar las bandas, un buen desborde en corto. Tuvo color amarillo lo primero con apariencia de vistoso: un remate demasiado cruzado de Jonsson y otro sin potencia de Jairo. Pan comido para Courtois. Hasta en posesión se puso el Cádiz a la altura de un Madrid sin Kroos ni Modric, las neuronas del equipo. Quizá el partido pedía a Isco, pero sigue en riesgo

 ??  ?? Casemiro, que volvía al equipo tras su ausencia en Getafe por sanción, estuvo a punto de marcar gol en esta acción ante Ledesma. El balón se fue alto.
Casemiro, que volvía al equipo tras su ausencia en Getafe por sanción, estuvo a punto de marcar gol en esta acción ante Ledesma. El balón se fue alto.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain