Algo pasa con Tchouameni
El francés sigue sin marcar y sus estadísticas defensivas caen respecto a su etapa en el Mónaco
Tras el quiebro de última hora de Mbappé al Madrid, el principal protagonista del mercado blanco el pasado verano acabó siendo Tchouameni, que llegó al club a cambio de 80 millones para dar un relevo tranquilo a Casemiro que, tras la marcha del brasileño al United, terminó siendo de sopetón. Pero el francés aún no es Case, y el Madrid lo nota...
Tchouameni llegó no sólo por sus cualidades defensivas; también por las ofensivas, gracias a su talla (188 centímetros) y a su buen disparo. Casemiro se fue del Madrid con 31 goles en 336 encuentros (uno cada 11). Una remesa realizadora que, de momento, Tchouameni no está reponiendo.
El francés hizo 3 goles y dio 4 asistencias en el Mónaco (temporada 2020-21) y logró anotar cinco goles y dar tres asistencias en la 2021-22, la de su eclosión. Pero, de momento, no se ha estrenado de blanco y apenas ha repartido dos asistencias. No se quita el corsé en ataque: la temporada pasada remataba una vez cada 90 minutos; este curso, casi 100’.
Pero lo más grave es que parece pasar por muchos momentos de los partidos de puntillas, sin hacerse notar tampoco en defensa. Apenas ha visto tres amarillas cuando cerró la campaña pasada con 12 y la anterior, con siete. Y todas sus estadísticas defensivas han pegado un bajón respecto a Mónaco.
Este curso hace una falta cada 59 minutos y recupera un balón cada 15’; intercepta una posesión rival cada 52’ y ve una amarilla cada 593’. El curso pasado tardaba aún más en cometer una falta (63’), pero se debía a su gran capacidad de anticipación (interceptaba un balón cada 30’ y recuperaba uno cada 11’), y corría también más riesgos al hacer falta, con una amarilla cada 391’.
Un futbolista de su corte no puede permitirse pasar por los partidos sin dejar nada de poso; si no es por hacer daño al rival, que al menos sea por evitar que el Madrid lo reciba. Pero en las últimas semanas, tras atravesar unos problemas en el sóleo, le está costando desplegar su nivel y Camavinga ha abierto con su rendimiento un debate sobre quién debe ser ahora el pivote defensivo.
Evidentemente, pesan los 80 millones que el Madrid pagó por él el verano pasado para sacarlo de Mónaco, una losa con la que tendrá que cargar como hicieron otros. Y tampoco benefició su viaje a París para ver la NBA mientras el Madrid se jugaba el pase a cuartos de final de la Copa del Rey, un error que él mismo admitió primero en sus redes sociales y luego personalmente, en rueda de Prensa.
Debate Camavinga ha dado mejor rendimiento como pivote defensivo