“Ya puntuamos en el Camp Nou y en el Metropolitano”
Apostó fuerte por el Espanyol tras su histórico éxito en el Granada y su año “sembrático”, pero las turbulencias han sacudido el camino. Aun así, el técnico reconoce abiertamente a AS, en la antesala del Real Madrid, que anhela seguir.
Estoy viviendo lo que quería vivir”, afirma Diego Martínez (42 años) en su charla con AS sobre su periplo en el Espanyol, repleto de turbulencias de planificación, lesiones, puntuación, desde que decidió abandonar su año “sembrático”, como él define el intervalo desde que dejó el Granada.
Acaba de cumplir 100 partidos en Primera y visita mañana a un Madrid que le parece “muy trabajado”, del que destaca cómo “ha armonizado el perfil de sus jugadores”, entre ellos el desborde de Vinicius.
—-En la primera vuelta, comentaba usted que siempre es un buen momento y a la vez malo para jugar ante el Madrid. ¿Lo mantiene a pesar de que ellos están en un bache?
—-No comparto eso del bache. Son partidos distintos y jugamos ante uno de los mejores del mundo en su estadio, el cual además impacta. Queremos jugar contra los mejores, nuestra mentalidad debe ser la de intentar ganar independientemente del rival. Ya puntuamos en el Metropolitano, en el Camp Nou… El reto es redondear esos partidos especiales.
—--Ahora está en boca de todos Vinicius Júnior. ¿Qué le parece el talento que tiene y ese perfil tan desequilibrante?
—-Me encantan los jugadores de desborde, de uno contra uno, son una de mis debilidades. Igual me pasa con los de buena conducción, como Darder, ya que son diferentes maneras de desbordar. Ese perfil tiene un gran impacto en el juego.
—-¿Y cómo valora las polémicas que rodean a Vinicius?
—-Me centro en lo deportivo. Hay mucho ruido mediático, y más alrededor de equipos tan grandes. Bastante tenemos nosotros con focalizarnos en el juego como para darle importancia a otras cosas. Pero recuerdo que Óscar Gil tuvo un gran
rendimiento con él en la primera vuelta. Es un reto colectivo. La diferencia entre los mejores y los buenos es que los primeros tienen ese nivel tan alto siempre.
—En el caso del Espanyol, ¿quién se ha tenido que adaptar a qué? —-Nuestro caso es muy singular. Hubo un cambio de un 80 por ciento de la plantilla. Y cinco nuevos llegan hace un mes. No estoy excusándome, explico una realidad. Tenemos rémoras como la confianza, la puntuación o el perfil de jugadores, porque la economía te lleva a otra cosa
de la que buscabas. Cambiamos la rueda mientras vamos en bicicleta. De la jornada 1 a la 14 sumamos 12 puntos, y desde la vuelta del parón, 15. El crecimiento no es lineal. Ha habido momentos en los que hemos estado cerca de lo que queremos, pero falta constancia. La estabilidad es lo que nos dará el éxito en el futuro. —¿Se ve en el Espanyol mucho más allá del 30 de junio? —Esa es nuestra idea, pero no depende de mí. Vinimos aquí para construir algo consistente y sólido en el tiempo. Lo que ocurre es que
el punto de partida estuvo más bajo de lo que esperábamos. Pero ese proceso es ilusionante, ves cómo el grupo ha ido adquiriendo conceptos, valores, cultura de trabajo... —¿Cuál será el objetivo? —Primero es conseguir el objetivo a final de temporada y luego es un volver a empezar, a reinventarse. El problema de todo son las expectativas. Si nos generamos unas ilusiones exageradas, el nivel de frustración también será mayor. Por eso mismo, debemos sentirnos felices con lo que somos.
Vinicius “Me encanta el jugador de desborde, es una de mis debilidades”
Espanyol “El problema son las expectativas; sintámonos felices con lo que somos”