Mourinho golpea a la Real
Dos errores defensivos condenan a los donostiarras ante una ordenada Roma ● Merino falla una ocasión clara
La Real Sociedad está casi eliminada de la Europa League después de su derrota por 2-0 en el Olímpico, en un partido en el que la Roma minimizó sus virtudes y la acabó desesperando. El partido se jugó más a lo que quiso Mourinho que a lo que promueve Imanol, pero la clave realmente estuvo en las concesiones en el área de los donostiarras. Apenas llegaron dos veces los italianos y marcaron, por culpa de dos regalos defensivos que matan en Europa, especialmente, el segundo. La Roma no concedió apenas y la Real se quedó sin marcar. De nada sirve tener más posesión y que, en fases del partido, te sientas mejor que la Roma. Las áreas definen los partidos y a la Real le machacaron en la capital italiana. Ahora tendrá que apelar a la heroica en el Reale Arena, no le queda otra. No está todo perdido, pero lo parece, sobre todo si no recupera el duende tanto en su área como en la del rival.
Las cosas quedaron claras desde muy pronto, desde el inicio. Porque la Real se hizo dueña de la pelota y la Roma, de manera descarada, rehuía esa posibilidad para jugar replegada y penalizar de manera constante los errores que pudiera cometer el equipo donostiarra. De inicio era muy prudente, como si no quisiera exponerse demasiado, y la Roma era como si se limitase a esperar acontecimientos. Y pasaron. Al cuarto de hora Rico perdió un balón en fase ofensiva, casi en el córner contrario, y la Real permitió correr a Dybala, con demasiado campo por delante para ser feliz y generar mucho peligro. El argentino sirvió entre líneas a Abraham, que con un fino gesto técnico se quitó de encima a Zubeldia para poner un centro medido al segundo palo al que llegaba libre de marca El Shaarawy. Ese gol lo cambiaba todo, porque el partido entraba en otro escenario.
Favorecía ese gol a una Roma que estaba encantada, porque su plan le permite jugar replegada para salir rápidamente a la contra. Los txuri-urdin no podían derribar la muralla giallorossa. La tuvo Merino, pero no metió un balón que parecía claro. El que sí lo hizo fue un Kumbulla, imperial tras un saque de esquina.
Diego Rico Un error del lateral fue el origen del primer tanto local, de El Shaarawy