“Cumplimos 100 años, estamos mejo que nunca”
El Villarreal celebra hoy su Centenario. Lo hace con el primer e compitiendo en Europa, el filial en Segunda y el femenino en la m categoría; con dos ciudades deportivas y un estadio recién refor
El Villarreal presume hoy de cumplir 100 años. El 10 de marzo de 1923, en la rebotica de una farmacia de la localidad, en la que entonces vivían 15.000 personas, José Calduch, con 23 años, le propuso a sus amigos fundar el CD Villarreal, que tiempo después pasó a llamarse Villarreal CF. Hoy Vila-real es conocida en España y Europa, además de por su cerámica, por su equipo de fútbol.
Un siglo después, Fernando Roig (Valencia, 1947), presidente del club durante los últimos 26 años, el hombre milagro del Villarreal, atiende a AS para hablar del pasado, presente y futuro amarillo.
—Llegó a este club para ganar dinero, o eso decían. ¿Ha ganado mucho en 26 años?
—Yo no llegué al fútbol para hacer negocio, el que se crea que en el fútbol se hace negocio está muy equivocado. Yo al menos nunca lo he hecho. Yo vine por un sentimiento, por retornar a la gente aquello que me había dado. Trabajaba en esta provincia y quería dar o devolver algo de lo recibido, y el fútbol me pareció una gran opción.
—¿Y por qué el Villarreal?
—Era un club presidencialista, por lo que mi idea era más fácil de inculcar. Yo dije que lo cogía si no había nadie de aquí que lo hiciera y si la gente me aceptaba. Así fue. Estaba en Segunda, tenía potencial...
—Su club cumple 100 años.
—Es un orgullo ser el presidente de un club centenario, es un orgullo ser el presidente del Villarreal y haber estado en este cargo una cuarta parte de su historia. Y es un orgullo ver lo que puede llegar a ser este club y en lo que nos hemos convertido.
—Usted y Pascual Font de Mora suman casi 70 de esos 100 años.
—Pascual fue un hombre clave en este club. Si no es por su trabajo yo no estaría aquí. Él luchó para que el Villarreal tuviera un nombre en España, y llevó el equipo a la Segunda. De no estar en Segunda yo no estaría aquí.
—¿Usted tenía todo lo conseguido en la cabeza?
—Cuando llegué tenía una idea clara, sabía que había potencial para crecer, pero sinceramente no pensaba que llegaríamos a lo que hemos llegado. Llegué para mejorar lo que había, para llevar el equipo a Primera y armar un proyecto serio.
—Ha logrado mucho más…
—Repito, conseguir todo esto no lo imaginaba. El proyecto era hacer un buen equipo, que pudiera consolidarse en Primera, tener un campo donde si chutabas no saliera la pelota fuera del mismo, y tener una base sólida con una buena cantera... reconozco que hemos hecho mucho más.
—En un año ya estaban en Primera ¿Cómo fue eso?
—Nos creímos que habíamos inventado esto. Subimos el primer año de manera inesperada y bajamos como era de esperar. Como he dicho, pensábamos que lo sabíamos todo y el fútbol dejó claro que no era así.
—Usted dice que les vino bien...
—Esa experiencia nos sirvió de mucho. Al año siguiente volvimos a Primera y estábamos mejor preparados. Invertimos para armar un buen equipo, trabajamos para mejorar el campo y la Ciudad Deportiva.
—Y llegó Palermo.
—En la época de Palermo y demás fichajes estiramos más la
Clave “Si no es por el trabajo de Font de Mora yo no estaría”
Palermo “Su fichaje nos dio mucho, pero nos pasamos invirtiendo”
mano que la manga. Era un momento de invertir, pero nos pasamos. Ahora somos un club sostenible, que gasta lo que genera. Esa es hoy una prioridad y una obligación. Palermo hizo que nos conocieran en el mundo. Fue una movimiento que nos dio mucho. Recuerdo que José Manuel me dijo que había la posibilidad y nos lanzamos.
—¿Y qué me dice de Riquelme?
—Román ha sido de lo mejor que hemos tenido. Si quería jugar, jugaba y era el mejor. Solo hay que recordar lo que hizo el día del Inter. Ese día dijo él que íbamos a pasar y pasamos. Pero el día de Osasuna no tenía ganas de jugar y no jugó. Tuvimos algún encontronazo, pero ya está todo olvidado. Román es un súper figura y un fuera de serie ¿El jugador con más clase? Puede, aunque Cazorla, Rossi y Forlán, eran también muy buenos.
—¿Descender es el peor?
—Los descensos siempre son situaciones muy duras, aquel descenso del año 11-12 fue durísimo. La gestión fue mala, no hicimos bien las cosas. Ese año, en Zaragoza, fue la única vez que no pude aguantar viendo un partido. Íbamos ganando y en la recta final nos remontaron. Los últimos minutos no pude aguantarlos y me fui. Nunca más lo he hecho.
—¿Lo de perder tantas semifinales fue un trauma?
—Perder una semifinal no es un trauma, no te puede frustrar. Perder una semifinal significa que eres uno de los cuatro mejores del torneo. Yo firmaría siempre competir en Europa y llegar a semifinales. ¿Cómo se puede decir que jugar una la semifinal es un trauma? Llegar tan lejos en algo tan complicado...
—¿Y ganar un título qué es?
—No pude ver la final. Decidí marcharme a casa, ya que lo tenía que ver solo, apartado. Lo vivió mi hermano por mí. La tanda de penaltis la viví tranquilo, porque tirábamos primero y marcábamos. Cuando marcó Rulli y después lo paró fue algo espectacular. Fue la leche. Estaba en casa y salí al jardín. No paraba de dar vueltas, de gritar, de hablar por teléfono… fue una bendita locura.
—¿No se cansa de hacer tantas obras? Ciudad Deportiva, estadio...
—Lo que hemos hecho en el campo en seis meses es una demostración de lo que somos capaces. No es nada fácil. Nosotros no hemos sido de presupuestos ni de hacer proyectos. Somos de trabajar y de hacer, de hacer mucho. Nunca hemos hecho maquetas de nada. La primera ha sido ésta, la de esta última reforma. Nosotros no planeamos la Ciudad Deportiva, la hacíamos y ya.
—¿El estadio es su legado?
—Es y va a ser un gran activo del club y de la ciudad.
—¿Cómo está el club con 100 años?
—Mejor que nunca. Nunca me cansaré de repetir que tener un equipo en Primera, uno en Segunda y un femenino en la máxima categoría, es de las cosas más grandes que se han hecho. Tener a la cantera en esta categoría es vital, es un logro que no se valora como tal.
—¿De Llaneza que me dice?
—Qué puedo decir… todo lo que ha sido este club es gracias a él. Sé que lo tenemos ahí arriba y que cuando lo necesitamos intenta echarnos una mano. José Manuel es un hombre al que toda la gente que siente el Villarreal debe estar agradecido a él eternamente.
Riquelme Si quería jugar, era el mejor; si no tenía ganas, no jugaba”
Semifinales Perderlas no es un trauma, no puede serlo llegar tan lejos”