El efecto del 7-0 se evaporó
La derrota ante el Bournemouth devolvió el clima de negatividad
Si la goleada ante el Manchester United podía servir de punto de inflexión a la presente temporada, el tropiezo inmediatamente posterior ante un equipo de la zona baja ha minimizado, inevitablemente, todo el efecto.
Una montaña rusa. El Liverpool ha disputado cuatro partidos de la Premier League desde que perdiera por 2-5 en la ida. Su balance ha sido de dos victorias, un empate y una derrota: siete puntos sobre doce posibles. Unas cifras que siguen hablando de su irregularidad y dificultad para encadenar resultados positivos. Su situación en la tabla es complicada de analizar, ya que la diferencia de partidos jugados entre los distintos candidatos a la cuarta plaza hace que las distancias sean más relativas. En cualquier caso, los de Klopp están sextos y van a remolque del Tottenham y el Newcastle en la pelea por la última posición de acceso a la Champions. Toda la moral que había provocado la histórica goleada ante el Manchester United (7-0) se vino abajo con la derrota (1-0) el sábado frente a un Bournemouth que era colista antes del inicio de la jornada.
Desacierto arriba y un Van Dijk desconocido. En ese tropiezo frente a los cherries, Klopp sacó un equipo totalmente titular. Apostó por la juventud en el medio, con Harvey Elliot y Bajcetic como interiores por delante de Fabinho, y alineó al trío de delanteros Gakpo-Darwin Núñez-Salah. El egipcio estuvo especialmente poco inspirado, fallando un penalti en la segunda parte. Buscó la escuadra con potencia y se le fue. El Bournemouth hizo daño en las transiciones, y en una de ellas llegó el gol de Billing. Van Dijk fue superado en la génesis de la acción perdiendo un duelo individual que en su mejor época difícilmente se le habría resistido. El marcador en contra obligó al técnico alemán a arriesgar, y en el segundo tiempo vimos un esquema con cuatro delanteros: Gakpo retrasó su posición para actuar de media punta e ingresaron Jota primero y Firmino después (en su caso, sustituyendo a Darwin). No sería raro que, teniendo en cuenta el déficit de goles que lleva en la eliminatoria, ese dibujo reapareciara hoy en el Bernabéu, incluso de inicio.
El regreso de Konaté.
Con respecto a la ida, Klopp recuperará al central francés Konaté, que ya ha jugado los tres últimos partidos de la Premier mejorando la estadística defensiva del equipo (sólo encajó ese tanto en Bournemouth en 270 minutos desde que él volvió al equipo). El subcampeón del mundo, que entre una lesión de rodilla a principio de la temporada y un problema muscular más reciente ha podido participar muy poco durante esta campaña, está considerado como el acompañante titular de Van Dijk, por encima de Joel Matip o Joe Gomez, que fueron los dos que actuaron junto al neerlandés en distintos momentos del partido de Anfield.
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Oporto, que no participa desde el mes de octubre, está siendo especialmente decisiva en el devenir de la temporada del Liverpool, ya que se contaba con él como pieza específica en el rol de extremo izquierdo para sustituir a Sadio Mané. Thiago sólo lleva un mes y medio fuera, pero también se le echa notablemente de menos.
Baluarte Desde el regreso de Konaté, el Liverpool sólo ha encajado un gol en 270 minutos