Fiasco de la unidad B del Barça
● El Madrid consolida el liderato de la Liga Endesa tras vencer al Unicaja (81-87) ● El Barcelona pierde en casa ante un soprendente Río Breogán (85-88) ● Derrota del Valencia sin el lesionado Brandon Davis ante el Bàsquet Girona (92-88) El Breogán gana e
La unidad B del Barça, pese a lo que maquillan números como los 20 puntos de Willy Hernangómez o los 13 del microondas Brizuela, se pegó un buen trompazo en la matinal de domingo y complicó sus opciones, una vez imposible alcanzar las dos primeras plazas de la temporada regular, de incluso tener el factor cancha a favor en los cuartos de final de la Liga Endesa. El mítico Breogán, entrenado por Veljko Mrsic, aquel extirador que dio tardes de gloria en el Unicaja de Maljkovic, firmó el primer triunfo de su historia en el Palau Blaugrana (85-88) sostenido en una actuación fabulosa de Sergi García (23 puntos con cinco de seis en triples), bien complementada por Ben McLemore, que venía de un incidente con la Policía de Lugo y, tal vez cumpliendo penitencia, resultó definitivo en los dos últimos minutos de partido colaborando en un triunfo que permite a los lucenses escapar del fuego del descenso.
Roger Grimau, al que se llevaban los demonios después del bocinazo final aunque luego exculpase a sus jugadores (“no es cuestión de nombres, sino de cómo hemos jugado”), pensó que, visto el durísimo doble enfrentamiento que espera al Barça la próxima semana en la Euroliga (Fenerbahçe, en Estambul, y Panathinaikos, en la sala OAKA), podría sacar adelante el partido sin Satoransky y Vesely, fuera de la convocatoria; y sin darle minutos a Kalinic y Laprovittola. Pero el Barça, que empezó a complicarse desde el principio permitiendo tiros fáciles de los gallegos (Breogán llegó a amasar un 66% de acierto en el triple en el primer cuarto), ni siquiera fue capaz de asestar el golpe definitivo cuando al inicio del último cuarto se colocó 74-67 con los dos únicos puntos en el partido de Oriol Paulí.
El Breogán, con corazón, se sintió cómodo en el Palau y castigó las licencias defensivas que se tomaron los azulgrana. Así, volteó el partido en los minutos calientes. Del 80-85, eso sí, se pasó a un 85-85 con el que el Barça tiró a la basura cuatro lanzamientos desde la línea de personal (dos de Willy y dos de Jokubaitis), uno de los problemas de la temporada.
Mientras Ricky o Joel Parra se consumían en el banquillo, Jabari Parker y Brizuela mandaron al limbo los dos últimos ataques azulgranas en el minuto final y permitieron la gesta de los lucenses, que se llevaron una victoria insospechada del Palau que les abre las puertas del cielo de la permanencia.
Mientras, el Barça se irá de mini-gira por Europa rumiando un tropiezo que le deja en una situación delicada en la Liga. La reflexión será obligada, especialmente, para Grimau, que se fio demasiado de una unidad B que queda señalada. Su equipo está teniendo un viaje mucho más convincente por Europa que por la competición doméstica, tal vez confiado en arriesgar todo en unos playoff que ahora puede afrontar en una posición delicada. “Hemos superado de sobra el cupo de derrotas tontas”, admitió un entrenador frustrado que, sin embargo, tiene una buena manera de reponerse esta semana. Nada menos que este miércoles delante de Saras Jasikevicius en el Fenerbahçe-Barça del morbo en Estambul.
Rotaciones Grimau dio descanso a varios pesos pesados y el equipo se resintió