Hazard es muy bueno, pero es la gran oportunidad de Isco...
Me encanta Isco; es uno de esos futbolistas a los que el traje del Real Madrid les sienta como un guante desde el primer día que se lo pone. Y eso es algo que está solamente al alcance de los elegidos. Creo que ninguno de los entrenadores que ha tenido en el club blanco ha sido justo con él por diferentes motivos. Ancelotti, obligado a jugar con la BBC para que su jefe no torciese el morro, le quitó del once a pesar de que su titularidad (por lesión de Bale) coincidió con el mejor momento de juego del equipo en toda la temporada. El italiano le pidió sacrificio y el chico le respondió corriendo como un gamo, pero su esfuerzo no le sirvió al final para convertirse en uno de los intocables. Con Benítez la película fue diferente porque el técnico madrileño ha demostrado a lo largo de su carrera que tiene alergia a futbolistas del estilo del malagueño...
Dicho esto, hay que reconocer que en ocasiones Isco ha sido conformista y se ha dejado llevar por la melancolía. Los grandes lo son, entre otras muchas cosas, porque se crecen ante las dificultades para convencer al personal. Y al chico le toca ahora crecerse. Se acabaron las excusas. Ahora llega un entrenador nuevo, Zidane, que aprecia el talento y es el momento de pegar un puñetazo encima de la mesa. Es normal que el Madrid se fije en Hazard porque es muy bueno, pero eso tiene que servir de acicate y no de queja. Si Isco se lo propone y su entrenador es valiente y justo, estoy convencido de que estamos ante uno de los cinco mejores centrocampistas del mundo. El jugador andaluz está ante una gran oportunidad y tiene que escoger entre seguir taciturno y hundido en el banquillo o demostrarle a su jefe que se quiere comer el Madrid a bocados. En su mano está.