“Me decían, aquí no se disfruta, se pasa mal”

Iván Cervantes, tetracampeón mundial de enduro, se golpeó la cabeza en una caída

—La etapa más dura para usted. Sufrió una caída y, producto del golpe en la cabeza, se desmayó. ¿Qué sucedió? —He entrado en una curva pasado y en medio había una piedra; se me ha ido de delante, he caído por un barranco y luego me he levantado, pero cuando estaba en pie, caí redondo, creo que también por la altura, y he estado dos minutos inconsciente. Lo sé porque me lo han dicho, yo solo sé que de pronto me he despertado, he preguntado por dónde era el camino, he vuelto a la moto y he seguido, pero asustado y atontado, y con la araña de navegación destrozada. —Por fortuna está bien, pero comprueba la versión más fiel y dura del Dakar. ¿Recuerda que le pregunté hace días si sabía dónde se metía? —Sabía que era duro. Pero de lo que tenía ganas era de dejar de hablar del Dakar y probarlo. Unas ganas enormes de que comenzara la dinámica de correr, derrapar, baches, arena... de todo. —Hay por aquí mucho endurero con los que ha compartido Mundial. ¿Qué le decían? —Hablaba con gente de KTM y de Husqvarna, con Pela (Renet) o con Botturi, que llegó del enduro y lleva aquí ya unos años. Lo primero que me dicen es ‘Iván, tienes que acabar este Dakar, para preparar los próximos’. Sería un error quedarse fuera por una avería o caída. Me dicen que tengo que acabar sí o sí. —O sea que no está teniendo un Dakar, sino catorce. —Exacto. Para mí lo importante es ir creciendo. —¿Y disfruta de la moto de raids como pensaba? —Tengo buen feeling. Desde chiquitito siempre que pude montarme en motos grandes lo hice, por diversión. Pero no es lo mismo ir a pasarlo mal, como aquí. Yo decía, ‘vamos a disfrutar’, y la gente me decía, ‘no te equivoques, aquí no se disfruta, se pasa mal’. Me decían que uno pasa frío, calor, se deshidrata, y lo estoy comprobando. Esto es la aventura pura y dura.