Sainz gana en el infierno de Belén y ya es líder
El madrileño se impuso al volante del Peugeot en una etapa recortada por la dureza de las dunas y las altas temperaturas, lo que le deja ahora con siete minutos sobre Peterhansel. Price es más líder en motos
Pedíamos que el Dakar se pareciera al Dakar, que a este no lo reconocería ni el propio Thierry Sabine. Más arena, más calor, más batalla en definitiva. Ese Dakar real tocó a la puerta y entró, con una especial que tuvo que ser recortada en coches debido al monumental atasco de las motos en las dunas y a las altas temperaturas. En ese infierno lucieron Toby Price (motos), Pablo Copetti (quads), Gerard de Rooy (camiones) y Carlos Sainz, que no sólo sumaba una nueva victoria sino que le endosaba nueve minutos a Stéphane Peterhansel, su máximo rival en la lucha por el título y a quien no sancionaron por su repostaje del lunes. Siete minutos les separan a cuatro batallas del final. Con Fiambalá asomando amenazante. Eso será hoy. El infierno nuestro de cada día.
El de ayer obligaba a dar por finalizada la especial en el kilómetro 178, el CP2 para motos y quads y el WP4 para coches y camiones. Diecinueve pilotos de motos habían logrado superar las dunas, extraordinariamente blandas por el calor, pero el resto caía en ellas, uno tras uno, hasta el barullo final. También en el desierto hay atascos en hora punta. Ese panorama, con unos pilotos caídos y otros tratando de empujar sus motos, entrañaba un riesgo excesivo en caso de que los coches comenzaran a llegar. Pese a esa decisión inicial, la organización cambió hasta en tres ocasiones de parecer para decretar finalmente que el resultado al término de la especial era que el que realmente valía: Toby Price (3h 55:
Sainz “Ha sido una etapa típica del Dakar, dura, para que pasaran
cosas...”
51), Stefan Svitko (a 14:40) y Pablo Quintanilla (a 16: 27). Con Gerard Farrés como el mejor español, séptimo a 24:53.
En coches, sin embargo, no hubo vuelta atrás. El recorte en la especial se mantenía y valían los resultados del WP4 (km 178). Todos acataron de buen grado esa decisión, salvo en el hogar de donde su jefe, terreno, que no gane un Mini”, afirmaba, convencido de que a más calor y más dunas, más posibilidades para que Nasser Al-Attiyah pueda atrapar a los Peugeot. día para que pasaran muchas cosas... y de hecho han pasado. Nosotros nos hemos quedado atascados dos veces por un problema con el compresor de los neumáticos”, explicaba. Y lleva razón.
Pasaron cosas ayer, con ese pinchazo real y metafórico de Peterhansel que le aleja en la general. “Nos hemos quedado hundidos un par de veces, no en las dunas sino en una zona blanda, y hemos perdido muchos minutos. Y no ha sido un pinchazo, sino dos, demasiados contratiempos para poder optar a la victoria”, decía Stéphane. Y también pasaron cosas el lunes, con aquel vuelco de Loeb que hizo trizas sus aspiraciones de ser campeón en su debut. El Dakar tiene la fea costumbre de golpear todos los días. Y jornadas como las de hoy, en Fiambalá, son propicias al bofetón.
Calor