Williams da la puntilla a un Villarreal entregado
Paseo del Athletic ante un rival repleto de suplentes
El Athletic ya está en cuartos sin sufrir como presumía. Dio continuidad a su excepcional segundo tiempo de la ida y sometió a un verdadero martirio a los suplentes del Villarreal a base de orden, personalidad y una presión perfecta de la que jamás pudieron salir. Apoyado en su superioridad, y con los complejos del adversario, se bastó de una jugada entre Laporte y Williams para sentenciar en el primer tiempo y evitar que Marcelino soñase y se animase a mover un banquillo repleto de talento. El pase del central resume su valía. El control y la definición del delantero justifican su explosión.
El plan de Valverde salió perfecto, mientras que el de Marcelino, marcado por el tremendo respeto al futuro en la Liga (cuarto) y en Europa (espera el Nápoles), saltó por los aires: su equipo, más que pasarse el balón se lo quitó de encima. Este Athletic es cosa seria. El primer tiempo fue un completo ejercicio de impotencia para el Villarreal. Disparo poco y mal. Laporte y Etxeita se comieron a Baptistao, confundido (casi marca en su portería), y a Samuel, desubicado. Iturraspe y Beñat marcaron el ritmo. Mientras que Aduriz y Williams sembraron el miedo.
Buen plan Valverde ordenó una presión que acomplejó a su rival y le desesperó
Misma tónica. Tras el descanso, Marcelino agitó el banquillo, pero siguió sin tocar a los que desequilibran ( Bruno y Bakambu). Y así, fue difícil. Sólo con el nervio de Castillejo no valía: ni una ocasión hasta el 82’ para sonrojo de los que piden más minutos. El Athletic siguió a lo suyo, aliviado sin amenazas. Si alguien mereció más fue él. Presionó, dio pausa tras la recuperación, dosificó para Barcelona e intentó salir lo menos magullado posible de las antideportividades de Bailly. Un central con grandes condiciones ( juega mermado por un hombro) que si no corrige su anarquía (falló en el gol) y su mala cabeza (pisotón y rodillazo a Aduriz), acabará por desentonar en un equipo ordenado y en un club modelo.