Dos fotos oficiales en cuatro meses y diez diferencias
La evidente, Zidane; la llamativa, la sonrisa de Cristiano
Dosfotos oficiales en cuatro meses, pero con sustanciosas diferencias entre ambas imágenes. La primera y fundamental, el entrenador. Zidane ha sustituido a Benítez y con él ha llegado un nuevo equipo técnico, ubicado de nuevo en el tronco central del retrato. Nótese, por cierto, la posición privilegiada de Bettoni, el encargado de material, que posa en la posición teórica de pantocrátor. Nótese también que Cheryshev mantiene su posición en el extremo, todavía por delante del telón de fondo. Por si no las hubieran notado, aquí va la descripción de otras novedades.
Cristiano no disimula: ha pasado del gesto circunspecto que mostraba con Benítez a la feliz jovialidad que luce con Zidane. “Empatía”, lo llama él.
Lo que más sorprendió de la foto del pasado septiembre es que las copas ganadas por Ancelotti la temporada anterior ( Supercopa de Europa y Mundialito) aparecían a los pies de Florentino (su ejecutor) y Benítez (su sucesor). Cuatro meses después no se han movido de la vitrina.
Florentino no tiene demasiados registros gestuales, pero es evidente que con Benítez posaba más rígido. Quizá ya barajaba el relevo.
Las botas de los futbolistas de la primera fila también son diferentes: la colección otoño-invierno ha dado paso al muestrario primavera- verano. El márketing manda.
Desaparece la escarapela que acredita a los campeones del mundo y que algunos tienen por gafe. Los jugadores del Barça, de momento, no notan el maleficio.
Isco ha pasado del look salafista al flequillo hipster, cambio que le agradecen los estilistas, los peluqueros y Occidente en general.
Arbeloa se ha quitado barba y se ha quitado años. Nadie diría que el pasado do- mingo cumplió 33. Todavía es más joven que Zizou (43), pero la distancia se estrecha.
A diferencia de Benítez, Zidane se iguala en tamaño con Cristiano y Bale. El entrenador hace gala de la misma sonrisa hipnótica que regala en las conferencias de prensa.
James también ha recuperado la alegría: intuye que será titular el domingo.
El joven Rubén Yáñez ha abandonado el verde esperanza (cero minutos) y ha apostado por la camiseta negra de Casilla y Keylor. Lo mejor que le puede pasar a un tercer portero es que le confundan con el segundo o con el primero.