De diez días a once partidos de baja por el hombro izquierdo

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Lalesión en el hombro que sufrió Ramos fue otro capítulo más del problema latente entre el capitán y el jefe de los servicios médicos del Madrid, Jesús Olmo. Tras lesionarse ante el Shakhtar, el club emitió el parte médico el 16 de septiembre: “Luxación acromioclavicular izquierda”. Se habló de un periodo de 10 días de baja, pero se erró en el diagnóstico porque no reapareció hasta el Atleti-Madrid del 4 de octubre... Y lo hizo infiltrado, aunque Benítez dijo que tenía el alta médica.

No volvió a jugar hasta 16 días más tarde. Disputó los partidos ante el PSG y el Celta y volvió a parar contra Las Palmas. Su hombro se resentía después de cada infiltración, como reconocía Benítez. Para Vigo, fuentes médicas del club aseguraban que ya apenas tenía dolor en el hombro y que estaba cerca de poder jugar sin infiltración.

Volvió al once ante el PSG, pero en Sevilla recayó de su lesión tras una mala caída. Al salir por la zona mixta le preguntaron si había problemas con el doctor Olmo: “Es una realidad, pero hablaremos al final de temporada. Ahora no es el momento”. Ese día saltaron las alarmas del quirófano para él. El día 10 pasó pruebas (fue acompañado por Olmo) y los resultados fueron optimistas. Forzó con su sexta infiltración y pudo jugar el Clásico del 21 de noviembre.

Tras el choque ante el Barça decidió no operarse, pero dio un descanso a su hombro. Paró durante cinco partidos y el 13 de diciembre volvió ante el Villarreal ya sin infiltraciones. 88 días después estaba recuperado de una lesión de diez días...